jueves, 5 de septiembre de 2013

La piratería africana se desplaza de Somalia a Nigeria

La piratería africana se desplaza de Somalia a Nigeria


La piratería africana se desplaza de Somalia a NigeriaLos piratas que hicieron fama en Somalia en el inicio de la década de los 90, a raíz de la guerra civil en ese país, en los últimos años han obtenido cada vez menos éxito. Al mismo tiempo en que se ha recurrido a una serie de esfuerzos en la lucha contra la piratería en el Este de África, no se ha prestado la debida atención al otro lado del continente. En el primer semestre de 2013 los ataques piratas aumentaron un 35% en el Golfo de Guinea respecto al año anterior, según un informe la Oficina Marítima Internacional (IMB, en inglés).


La mayor parte de los ataques que se registra en esa región ocurre en Nigeria, el principal exportador de crudo de África y el segundo país del mundo donde más se han registrado casos de piratería este año. Apenas superada por Indonesia, cuyos puertos han sido escenario de incidentes descritos por el IMB como “robos de nivel bajo”.


En 2012 la piratería en la costa somalí ya había retrocedido un 68% respecto a 2011 y sigue perdiendo fuerza. Dicha disminución, según el director del IMB, Pottengal Mukundan, se atribuye a las medidas preventivas privadas, incluida la utilización de protección armada a bordo, así como al papel de las fuerzas navales internacionales que patrullan la zona. “Las marinas han recogido una gran cantidad de información sobre los movimientos de los barcos piratas, por lo que son capaces de interceptarlos antes de que supongan una amenaza”, dice.


Mukundan destaca otro factor: por primera vez en décadas Somalia ha tenido un gobierno central, que ha dado los primeros pasos para estimular las comunidades locales a denunciar a los piratas. “Esto es muy importante porque en la mar se puede resistir, pero al fin y al cabo la piratería sólo puede ser derribada en tierra”, señala.


Además de los ya conocidos asaltos piratas a buques petroleros en Nigeria, impulsados por el contrabando de crudo, expertos advierten de la aparición de una oleada de secuestros que suponen un alto riesgo a los marineros. Si solían liberarles tras concluir el robo de combustible o mercancías, los piratas han encontrado una forma de añadir valor a sus ataques: llevan los rehenes a las costas y les mantienen allí por tres o cuatro semanas hasta que paguen su rescate, explica Mukundan.


Los piratas que actúan en Nigeria, a menudo bien armados, se destacan por la violencia que emplean contra los tripulantes. Según el IMB, todos los 30 casos de secuestro de tripulación registrados en el primer semestre de 2013 ocurrieron en el Golfo de Guinea –28 de ellos en Nigeria–, así como el único caso registrado de un marinero que murió en las manos de piratas.


En 2012, más de 850 marineros fueron atacados en Somalia, mientras en África occidental la cifra alcanzó los 966, según un documento intitulado “El coste humano de la piratería”, elaborado por organizaciones como el IMB y el Oceans Beyond Piracy (OBP). El estudio analiza los problemas físicos y psicológicos de las tripulaciones tras ataques o secuestros. Los marineros hechos rehenes relataron diversos tipos de abusos. Fueron golpeados o quemados con cigarros, estuvieron atados durante varias horas bajo el sol, fueron sujetados en congeladores, robaron su dinero y pertenencias y a algunos les arrancaron las uñas con alicates.


“Todos los ataques llevados a cabo tienen como propósito retener la nave y la tripulación, a veces durante muchos meses, hasta que se pague un rescate”, dice Mukundan sobre Somalia. El pasado 30 de junio los piratas somalíes mantenían en cautiverio a 68 marineros que aguardaban rescate; 11 de ellos llevaban secuestrados cerca de tres años, según el IMB. La misma situación no podría tener lugar en Golfo de Guinea porque, según explica, todos los gobiernos de esa región tienen el control físico de su territorio, a diferencia de Somalia, a que se considera un “Estado fallido”. Así que a los piratas que operan en el Golfo de Guinea les resultaría muy difícil encontrar un tramo de la costa donde retener una nave durante meses.


“Los marineros tomados como rehenes para pedir un rescate en África Occidental son invariablemente sacados del barco y retenidos en tierra”, declaró recientemente Kaija Hurlburt, la directora de proyectos del OBP, a la televisión Al Yazira. Hurlburt subrayó que el factor más preocupante para los marineros es que la mayoría de los seguros de riesgo solo cubren el buque y la tripulación a bordo, así que ellos ven reducir sus posibilidades de que las empresas paguen su rescate.


Si las armadas internacionales han logrado resultados positivos en el Este de África, fue en gran parte por el respaldo de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que les da permiso para liderar las operaciones en esa región, señala Mukundan. Lo mismo no parece ser posible en el otro lado del continente, ya que “todos los Estados de África Occidental tienen derechos de soberanía territorial y, por lo tanto, las marinas extranjeras no podrían desempeñar un papel más allá del segundo plano”, dice.


El pasado junio los jefes de Estado de África Occidental y Central firmaron un código de conducta para aumentar la cooperación regional en el combate a la piratería en el Golfo de Guinea. “Es un primer paso”, afirma Mukundan y además subraya la necesidad de que los países de la región intercambien información e incluso “permitan que ocasionalmente las marinas de países vecinos lleven a cabo una persecución en su territorio, porque de lo contrario un pirata siempre escapará”. Mukundan dice que los resultados no llegarán de inmediato, pero destaca la importancia de la iniciativa y espera que esta se traduzca en acción en el futuro.


 



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Francia y Alemania cierran una herida de la II Guerra Mundial

Francia y Alemania cierran una herida de la II Guerra Mundial


Francia y Alemania cierran una herida de la II Guerra MundialEl desembarco aliado en Normandía se había producido unos días antes, el 6 de junio. Los maquis redoblaron sus ataques contra los soldados alemanes en el centro de Francia, y el 9 de junio, la división Das Reich, que avanzaba hacia el norte para reforzar el frente normando, decidió ahorcar a 99 personas en las calles de Tulle, una pequeña ciudad de la Corrèze que acabaría siendo feudo electoral de dos presidentes franceses: el gaullista Jacques Chirac y el socialista François Hollande. Un día después, el 10 de junio de 1944, las SS llegaron al pueblo de Oradour-sur-Glane, situado a 110 kilómetros de Tulle y a unos 20 kilómetros de Limoges. En unas horas, arrasaron e incendiaron la aldea, matando a 642 personas, entre ellas 205 menores. Las mujeres y los niños fueron encerrados en la iglesia del pueblo antes de ser quemados vivos. Solo seis vecinos de Oradour escaparon vivos.


69 años después, las cicatrices físicas y morales de la mayor matanza de civiles cometida por los nazis en Francia durante la II Guerra Mundial siguen siendo visibles. Los esqueletos de los edificios en ruinas de Oradour permanecen intactos, y mantienen fresca la memoria de aquel espanto franco-alemán que fue también muy francés, porque en la división Das Reich había varias decenas de alsacianos, los llamados “Malgré Nous” -“A pesar nuestro”-, que se habían visto forzados a enrolarse en el ejército nazi tras la anexión de Alsacia.


Hoy, el presidente francés François Hollande, y su homólogo alemán, Joachim Gauck, cumplen una histórica visita a Oradour para rendir homenaje a las víctimas y tratar de restañar una de las grandes heridas bilaterales entre Francia y Alemania. Como sucedió cuando Helmut Kohl y François Mitterrand recorrieron juntos Verdun en 1984, esta será la primera vez que un dirigente alemán visita Oradour.


La visita se decidió el pasado 23 de mayo, en Leipzig, donde Hollande asistió a los actos del 150º aniversario del SPD. El presidente francés invitó al presidente de la República Federal Alemana a hacer un viaje de Estado a Francia en septiembre, y este le pidió detenerse en algún lugar altamente simbólico, cuentan en El Elíseo. Sobre la marcha, Hollande, siempre atento a la memoria histórica, y aficionado a reconocer errores y extraer lecciones del pasado, propuso Oradour, y Gauck aceptó sin dudarlo.


Ayer, en la conferencia de prensa conjunta, Hollande ensalzó el coraje político de Gauck. “Su visita a Oradour”, dijo el presidente francés, “representa un símbolo, el símbolo de una historia, de un pasado que se debe mirar de frente, de una verdad que debe ser dicha, proclamada, reconocida en presencia de las familias, pero también de los supervivientes. Usted ha hecho esa elección, que le honra y que al mismo tiempo nos obliga a emprender, una vez reconocido el pasado, una preparación audaz del futuro”.


Y Gauck respondió: “Usted ha querido que esté a su lado en Oradour para que recordemos las atrocidades que cometieron los alemanes de aquella otra Alemania. Acepto su proposición con una mezcla de reconocimiento y humildad”. Gauck, antiguo pastor y expresidente de la comisión federal que se encargó de los archivos de la STASI añadió que Oradour es “el punto culminante, emocional” de su visita de Estado, y concluyó: “Esta Alemania que tengo el honor de representar es una Alemania distinta de la que avergüenza nuestros recuerdos”.


Los encuentros directos con el pasado nazi son una actividad familiar para Gauck. Desde que llegó al cargo en marzo de 2012, ha visitado también Lidice, un municipio de la República Checa que los alemanes borraron del mapa en 1942, y Sant’Anna di Stazzema, un pueblo de la Toscana donde 560 civiles fueron asesinados por las SS en agosto de 1944.


Una herida francofrancesa


Las heridas francesas no se han cerrado del todo en Oradour. Las familias de los “Malgré Nous” nunca han recibido un consuelo oficial del Estado francés y desean que su “trauma” sea reconocido. Al mismo tiempo, las familias de las víctimas temen que ese reconocimiento pueda servir para relativizar la responsabilidad individual de los culpables.


El proceso judicial abierto en 1953 ante el tribunal militar de Burdeos dividió a los franceses y acabó por no satisfacer a nadie. Entre los 21 soldados acusados de la matanza, casi todos de baja graduación, había 14 alsacianos. Alsacia protestó porque sus ciudadanos fueran juzgados junto a los alemanes, aduciendo que fueron obligados a vestir el uniforme nazi. Los representantes de la región de Limoges, el Lemosín, pidieron en cambio la máxima severidad para todos los encausados por igual. El 13 de febrero de 1953, todos los procesados, incluidos los alsacianos, fueron condenados a duras penas. Cuatro días después, un grupo de diputados alsacianos presentó una ley de amnistía que acabó siendo aprobada por el Parlamento el 19 de febrero. Los habitantes de Oradour colocaron entonces en las ruinas una placa con los nombres de los diputados alsacianos, considerándoles artífices de una traición. La placa solo sería retirada en los años sesenta.


El principal responsable de la matanza, el general de las SS Lammerding, fue condenado a muerte en rebeldía por el tribunal de Burdeos. Pero nunca fue extraditado a Francia, y murió en 1971 después de haber llevado una tranquila segunda vida de ingeniero en Dusseldorf.


Tras dos polémicas visitas de Mitterrand –que votó a favor de la amnistía- a Oradour, sería Jacques Chirac quien apaciguara la inquietud de los habitantes del Lemosín. El 16 de julio de 1999, el presidente inauguró el Centro de la Memoria junto a la ministra de Cultura Catherine Trautmann, ex alcaldesa de Estrasburgo. Y esta tendió la mano al alcalde de Oradour: un signo de reconciliación entre Alsacia y el Lemosín y entre el Estado y Oradour. La paz duró hasta el 8 de mayo de 2010. Ese día, en Colmar, Nicolas Sarkozy declaró que los “Malgré Nous” no fueron traidores sino, al contrario, unas víctimas de un verdadero crimen de guerra”.



Francia y Alemania cierran una herida de la II Guerra Mundial

La mayoría del G20 intenta evitar que EE UU ataque Siria

La mayoría del G20 intenta evitar que EE UU ataque Siria


La mayoría del G20 intenta evitar que EE UU ataque SiriaEl presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el grueso de la comunidad internacional representada en el G20 intentaban evitar el jueves que Barack Obama les involucre o se lance en solitario a una operación militar contra Siria de nebulosas e impredecibles consecuencias. En el primer día de la cumbre que se celebra en el palacio de Constantino, en Strelna, a las afueras de San Petersburgo, los países de la Unión Europea (UE) trataban de no dejar desamparado al inexperto líder norteamericano, que se ha dado a sí mismo un escaso margen de maniobra.


Obama se ha colocado en una situación difícil al pedir el apoyo de sus legisladores para una operación militar, que es rechazada por Rusia, China, Alemania e incluso el Reino Unido, entre otros. Los cinco mayores países europeos, entre ellos España, trabajaban el jueves para lograr una posición común de “mínimos” con objeto de afrontar la situación en Siria, según manifestó una fuente de la Moncloa en el entorno de la cumbre.


Los aliados europeos de EEUU podrían perfilar una fórmula para “nadar y guardar la ropa”, que parece complicada, si de lo que se trata es compatibilizar la vía política y la vía militar que Obama ha transformado en una disyuntiva radical. También podrían buscar nuevos elementos que abran nuevas posibilidades para sacar al presidente estadounidense del callejón sin salida en el que parece haberse metido. Entre los aliados europeos presentes en la cumbre del G20, Obama cuenta solo con el apoyo de Francia para su intento de resolver el problema de Siria por la vía militar. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Consejo, Herman van Rompuy, se expresaron rotundamente por la vía política.


Siria, que de entrada no figuraba en el orden del día del G20, pasó a ser objeto de debate de la cena de los líderes a propuesta del presidente Putin, quien dijo hacerse eco de las peticiones en este sentido de varios de sus colegas. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó dudas sobre la posibilidad de llegar a una posición común, según ha informado la agencia Itar-Tass.


Manteniendo correctamente las formas, Putin y Obama se estrecharon la mano y sonrieron a la llegada del presidente norteamericano al palacio de Constantino. Ambos líderes están bajo el mismo techo y hablarán en los pasillos, pero no estaba previsto una cita formal entre ellos, según dijo el secretario de Prensa de Putin, Dmitri Peskov. Este funcionario explicó en detalle los supuestos efectos positivos de las reuniones que su jefe mantuvo el jueves con el líder chino y los primeros ministros de Japón e Italia, respectivamente. En los últimos tiempos existen “serios desacuerdos” en las relaciones ruso-norteamericanas, admitió. Obama tiene previsto reunirse hoy con miembros de la sociedad civil rusa, entre ellos representantes del colectivo de gays y lesbianas.


El Kremlin no pierde ocasión para aguijonear a Obama, con mayor o menor sutilidad, allí donde puede dolerle. Aludiendo a la informaciones divulgadas por Edward Snowden, Peskov manifestó que los países del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reunidos en San Petersburgo habían manifestado una “dura y negativa” reacción contra el espionaje del que han sido objeto (por parte de los servicios secretos estadounidenses).


“Putin ve a Obama como un político débil, contradictorio e imprevisible, que desconoce cómo funcionan los mecanismos de la política internacional real”, opinaba Konstantin von Eggert. Según este analista, el líder ruso se sintió engañado por la administración norteamericana en Libia y no quiere que se repita en Siria el modelo aplicado a aquel país del norte de África, cuando una abstención de Moscú en el Consejo de Seguridad permitió la “intervención humanitaria” que acabó con el régimen de Gadafi. “Hasta el presidente George Bush parece hoy más claro y comprensible en Moscú que Obama, y desde luego goza de más respeto”, señalaba Von Eggert.


Por otra parte, tanto el ministerio de Defensa como el jefe de la Administración del Kremlin, Serguéi Ivanov, que también ocupó la cartera de Defensa, reaccionaron airadamente ante las acusaciones del Pentágono de haber suministrado armas químicas al régimen sirio de Bachar el Asad. Estas alegaciones “son falsas y aspiran a crear nuevos pretextos para agredir a un Estado soberano”, dijo el viceministro de Defensa, Anatoli Antónov. “Rusia siempre ha sido y será un socio responsable y previsible y un aliado para prevenir la difusión de armas de destrucción masiva. Siempre hemos cumplido claramente nuestras obligaciones en el campo de la no proliferación de armas nucleares. Somos depositarios del Tratado de no Proliferación y cumplimos nuestras obligaciones derivadas de la Convención de Armas Químicas y la Convención de Armas Biológicas”, manifestó el viceministro. Ivanov, por su parte, se declaró “sorprendido y conmocionado” por las acusaciones estadounidenses y recordó que él mismo había sido presidente de la comisión gubernamental de controles a la exportación destinados a evitar la proliferación de armas químicas, nucleares y bacteriológicas.


 



La mayoría del G20 intenta evitar que EE UU ataque Siria

El Papa libra una ofensiva para evitar la intervención militar

El Papa libra una ofensiva para evitar la intervención militar


El Papa libra una ofensiva para evitar la intervención militarAl tiempo que el papa Francisco enviaba una carta a Vladímir Putin y a los líderes del G20 reunidos en San Petersburgo pidiéndoles que eviten “soluciones militares” al conflicto de Siria, el secretario vaticano de Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, reunía a los embajadores de 71 países acreditados ante la Santa Sede —la práctica totalidad de la representación diplomática— para que trasladen a sus respectivos Gobiernos la necesidad del cese inmediato de la violencia. Jorge Mario Bergoglio no parece dispuesto a contentarse con las previsibles llamadas a la paz —ya sean desde la plaza de San Pedro o desde las redes sociales— ni con la jornada de oración y ayuno a la que, el próximo sábado, ha invitado a los fieles de otras religiones e incluso a los ateos. El papa argentino pretende que la vieja y siempre bien engrasada diplomacia vaticana presione con fuerza a favor de la paz.


Un ejemplo muy gráfico se está produciendo en Estados Unidos. Los obispos estadounidenses —auténticos baluartes del papa Francisco— se acaban de dirigir a los católicos para pedirles que presionen a sus representantes en el Congreso para que, ya sean republicanos o demócratas, voten en contra de la intervención militar. Los términos del llamamiento de los obispos estadounidenses son prácticamente idénticos —en claridad y contundencia— a las palabras usadas por Bergoglio a la hora de dirigirse a Putin. “A los líderes de los Estados miembros del G20”, escribe el Papa, “les pido que no queden indiferentes ante el drama que vive desde hace tiempo la querida población siria (…). Desgraciadamente, duele constatar que demasiados intereses han prevalecido desde que comenzó el conflicto en Siria, impidiendo encontrar una solución que evitase la inútil masacre a la que estamos asistiendo”. Bergoglio urge a los políticos más poderosos del mundo a “encontrar las vías para superar los diferentes enfrentamientos y abandonen cualquier pretensión de una solución militar”.


En la reunión con los embajadores de 71 países acreditados ante la Santa Sede, monseñor Dominique Mamberti fue incluso más allá. El ministro vaticano de Exteriores no solo advirtió de que la crisis de Siria “corre el peligro de tener consecuencias imprevisibles en otras partes del mundo”, sino que alertó ante la proliferación de “grupos extremistas” y pidió tanto a la población como a los grupos de oposición que tomen distancia de ellos y no validen el terrorismo. Mamberti dijo a los embajadores que tras el ataque con armas químicas perpetrado el pasado 21 de agosto por el régimen de Bachar El Asad “no pueden permanecer callados” y explicó que la Santa Sede espera que los responsables rindan cuentas ante la justicia.


La condena firme del Papa a los métodos de Bachar el Asad —“con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas”, escribió en su cuenta de Twitter— no es óbice para que, con idéntico ímpetu, haya movilizado al Vaticano a favor de la paz. Consciente del interés que su elección como Papa y sus primeras medidas al frente de la Iglesia están suscitando, Jorge Mario Bergoglio parece dispuesto a enviar un mensaje inequívoco a favor de la paz. Ha enviado una invitación a judíos, musulmanes y ateos a que se unen a la jornada de ayuno y oración contra la guerra de Siria que tendrá lugar en la plaza de San Pedro de Roma desde las siete de la tarde del sábado hasta la medianoche.


 



El Papa libra una ofensiva para evitar la intervención militar

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Ban: el uso de la fuerza es solamente legal cuando se ejerce en defensa propia

Ban: el uso de la fuerza es solamente legal cuando se ejerce en defensa propia


Ban: el uso de la fuerza es solamente legal cuando se ejerce en defensa propia03 de septiembre, 2013 — El Secretario General de la ONU recordó hoy que el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas estipula que el uso de la fuerza es solamente legal cuando es ejercida en defensa propia y que el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad principal sobre las decisiones de paz y seguridad internacionales.


Ban Ki-moon habló a la prensa en la sede del organismo mundial antes de partir hacia la ciudad rusa de San Petesburgo, donde participará en la Cumbre del G20.


“Los resultados de la investigación científica que se realiza deberán ser considerados por el Consejo de Seguridad al momento de decidir un curso de acción. Mi llamado es que todo debe ser manejado dentro del marco de la Carta de la ONU”, dijo.


El titular de Naciones Unidas se reunió hoy con los miembros no permanentes del órgano de Seguridad e informó que todas las muestras biomédicas y ambientales recogidas por los inspectores, estarán a disposición de los laboratorios designados a más tardar el miércoles.


Ban afirmó que aprovechará su presencia en la Cumbre del G20 para conversar con sus líderes sobre la tragedia del 21 de agosto en Siria y la ayuda humanitaria que requieren más de dos millones de refugiados sirios.


El Secretario General concluyó sus declaraciones subrayando la imperiosa necesidad de que se ponga fin al conflicto que vive ese Estado árabe.


 



Ban: el uso de la fuerza es solamente legal cuando se ejerce en defensa propia

Entra en vigor Convenio sobre trabajadores domésticos

Entra en vigor Convenio sobre trabajadores domésticos


Entra en vigor Convenio sobre trabajadores domésticos04 de septiembre, 2013 — El Convenio sobre los Trabajadores Domésticos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que amplia los derechos básicos de esas personas en todo el mundo, entrará en vigor este 5 de septiembre.


Según la OIT, en la actualidad existen unos 53 millones de esos empleados a nivel global, sin incluir a los niños trabajadores, una cifra que aumenta de forma progresiva tanto en los países ricos como en los pobres.


El 83% de ellos son mujeres y se estima que otros 10.5 millones son menores edad, agregó la OIT.


El nuevo tratado, que se convertirá en ley internacional este jueves, requería de la ratificación de al menos dos estados miembros de la OIT para entrar en vigor, lo cual fue posible debido a la firma de ocho naciones, entre ellas Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Uruguay.


El organismo de la ONU apuntó que desde la adopción de ese instrumento, varios países han adoptado legislaciones para mejorar las condiciones del sector, incluidos Venezuela, España y Chile. Otros están en proceso de hacerlo, como Costa Rica.


 



Entra en vigor Convenio sobre trabajadores domésticos

domingo, 1 de septiembre de 2013

Tarde y mal

Tarde y mal


Tarde y malLo que más sorprende es que hace varios meses no hubiéramos escuchado al presidente de EE UU y al Consejo Europeo un anuncio de esta naturaleza: “Hemos decidido enviar un equipo con capacidad negociadora a los países implicados y a la Liga Árabe para que con la mayor brevedad se pueda encontrar una solución al conflicto de Siria”. Los resultados de la reunión de Ginebra del 30 de junio 2012 podrían haber sido la base. Pero no se puso la determinación ni la tenacidad necesaria en el empeño de buscar una solución internacional y árabe. De haberlo hecho, no estaríamos donde estamos. Pero eso, desgraciadamente, es agua pasada.


Tarde y mal se quiere dar una sensación de liderazgo, del que se carece. Y no está claro que las posibles acciones que se barajan no vayan a convertir un problema ya de por sí largo y dramático en otro aún más difícil de resolver.


1. Lo que se prepara nada tiene que ver con una acción de carácter humanitario. Eso podría haber tenido lugar hace ya meses, pero después de los 100.000 muertos, 1,9 millones de refugiados y más de cuatro millones de desplazados sobre una población de 22 millones, hablar de acción humanitaria sería, cuando menos, un abuso de lenguaje. Se prepara una acción que solo podría entenderse como respuesta a la ruptura de la Convención Internacional sobre las Armas Químicas (que entró en vigor en 1997). La última vez que se utilizaron en una guerra entre Estados fue entre Irak e Irán, al final de la Guerra Fría, por parte de Sadam Husein con el conocimiento de los Estados Unidos, como hemos confirmado recientemente gracias a unos documentos desclasificados y revelados por la revista Foreign Policy. Y posteriormente, en 1988, por Sadam también contra los kurdos. No es de extrañar que Irán haya condenado su uso en Siria habiéndolas sufrido. Una violación del Tratado en el siglo XXI no puede pasar sin sanción, pero lo importante es definir la sanción.


2. Se da la circunstancia de que hay sobre el terreno expertos de la ONU para investigar acusaciones anteriores y que están realizando las propias en el caso que nos ocupa. Un posicionamiento claro y convincente de los observadores sería imprescindible, máxime siendo probables diferencias importantes en el seno del Consejo de Seguridad para algunas formas de acción punitiva. Sería difícil de aceptar una acción no legitimada por el Consejo de Seguridad, sin escuchar a quienes el propio Consejo envió a realizar el trabajo.


3. El caso de Kosovojunto al de Libia— suele salir a relucir como precedente para una operación en Siria. En el primero —Kosovo— algunas similitudes colaterales pueden esgrimirse. También había desplegados en la provincia de Kosovo observadores —en este caso de la OSCE— que fueron testigos de matanzas por parte de las fuerzas militares y de seguridad serbias y que hicieron saltar las alarmas de una situación que ya se anunciaba difícil. Poco más. Ni Serbia es Siria, ni Putin es Yeltsin, ni la UE era la de hoy, ni el mundo de los años noventa —de hegemonía occidental— es el mismo de hoy.


El esfuerzo negociador fue extenuante —Negociaciones de Rambouillet— aunque, desgraciadamente, no fue posible el acuerdo. Presidía la UE ese semestre crucial la Alemania del canciller Gerhard Schröder. Se habló con Slobodan Milosevic a la desesperada, haciéndole ver las consecuencias que podrían derivarse de sus actos. Todo fue inútil. Se actuó sin acuerdo ruso pero con el apoyo del Consejo Atlantico y de la UE. Al final de la intervención, negociada entre un europeo, el político finlandés Martti Ahitsaari y un ruso, el antiguo primer ministro Víktor Chernomirdin, Kosovo se convirtió en un protectorado de la ONU y entre las fuerzas desplegadas para garantizar el acuerdo se encontraban también efectivos rusos, una situación difícilmente imaginable en los tiempos que corren.


Una lección que quisiera apuntar sobre la intervención de Kosovo que puede ser útil para hoy: una intervención puntual destinada a hacer bajar la cabeza a un agresor se imagina rápida, pero la experiencia muestra que puede no serlo y hay que estar preparado para ello.


4. Libia se ha esgrimido como otro posible precedente. No hay razón para comparar cualquier acción en Siria con la llevada a cabo en Libia, ni en el fondo, ni en el procedimiento. Gadafi había recuperado su lugar entre los miembros de la comunidad internacional tras probarse que tanto su incipiente programa nuclear como su arsenal de armas químicas habían sido destruidos. No había, pues, caso para sospechar la utilización de armas químicas. Se apeló al concepto de responsabilidad de proteger, aprobado por las Naciones Unidas en la última reforma de su Carta en septiembre 2005. La resolución que lo autorizó fue una de las más consensuadas de los últimos tiempos. No solo tuvo la aprobación del Consejo de Seguridad, con tres abstenciones —Rusia, China y Alemania—, sino que obtuvo, sorprendentemente, el apoyo unánime de la Liga Árabe, poco propicia al uso del concepto de responsabilidad de proteger.


No obstante, se pueden sacar algunas lecciones de la implementación de lo aprobado por el Consejo de Seguridad. Algunos países —Rusia y China fundamentalmente— consideraron que hubo extralimitación en la forma en que se aplicó en el caso de Libia, llegando hasta el “cambio de régimen”, la gran preocupación de Rusia y China. Esa percepción es responsable, en parte, de la utilización del veto por esos dos países en el caso de Siria.


Sea cual sea la decisión que al final se tome, si se quiere mantener alguna posibilidad de consenso ulterior buen cuidado habría que tener para que no ocurriera lo mismo. Por tanto, el objetivo debe ser claro, sin riesgo de interpretaciones arbitrarias que hicieran de lo que se pensaba solución, el gran problema.


Javier Solana era secretario general de la OTAN en 1999, cuando se produjo la intervención en Kosovo. Es distinguido senior fellow del Instituto Brookings y presidente del Centro de Economía y Geopolítica Global de ESADE


 



Tarde y mal

“EE UU, sea con Obama o con Bush, no es la policía del mundo”

“EE UU, sea con Obama o con Bush, no es la policía del mundo”


“EE UU, sea con Obama o con Bush, no es la policía del mundo”Fue inspector jefe de armamento de Naciones Unidas para Irak de 2000 a 2003, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de 1981 a 1997 y ministro de Asuntos Exteriores de Suecia en 1978 y 1979. Hans Blix (Upsala, 1928) advierte ahora que “tanto si se trata de Obama en Siria como de Bush en Irak, EE UU no es el policía del mundo”.


 Pregunta. Basándose en su experiencia, ¿cree que el veredicto de los servicios secretos occidentales de que El Asad empleó armas químicas es creíble y fiable?


 Respuesta. Sin duda alguna, los indicios apuntan a que se han empleado armas químicas. Además, las pruebas circunstanciales indican que el régimen de El Asad ha empleado dichas armas. Sin embargo, como las potencias occidentales han solicitado que Naciones Unidas realice inspecciones —y Siria las ha aceptado y se ha enviado sobre el terreno a un equipo de inspectores— deberíamos esperar al informe de los inspectores antes de tomar medidas. Como hemos visto antes, la dinámica política va por delante del debido proceso.


 P. ¿Es una situación parecida a la de Irak con el presidente Bush hijo?


 R. En cierta manera, sí. Por aquel entonces, los estadounidenses y sus aliados también pidieron inspecciones para buscar armas de destrucción masiva. Por aquel entonces también dijeron: “Olvídenlo, tenemos suficientes pruebas en nuestro poder para intervenir. Somos la policía del mundo. ¡Nuestros ciudadanos exigen que intervengamos inmediatamente!”. No comparto la declaración de EE UU de que “es demasiado tarde” para que Siria coopere ahora. Es una excusa pobre para intervenir militarmente. Hace solo unos meses, en marzo, Occidente estaba satisfecho con las inspecciones relacionadas con el uso de armas químicas. ¿Por qué no puede esperar otra vez ahora? Dentro de un mes, cuando tengamos muestras de tejidos precisas, sabremos con exactitud qué clase de armas químicas se han empleado y quién posee dichas armas.


 P. ¿Pero ahora es el presidente Barack Obama, y no George W. Bush, quien está asumiendo el papel de policía del mundo?


 R. Sí. Hace poco tiempo, era el único que hablaba de la legalidad internacional. Eso me dio ánimos. Pero ahora, me temo que la política del momento le está empujando en una dirección que ya hemos visto antes en EE UU. Al primer ministro británico, David Cameron, tampoco parece preocuparle mucho la legalidad internacional. Y esta vez, tampoco a los franceses. En lo que a ellos respecta, se ha cometido un acto criminal, por lo que ahora tienen que tomar lo que ellos llaman “represalias”. No veo contra qué van a tomar represalias. Las armas no se usaron contra ellos. Tendrían que ser los rebeldes los que quieren tomar represalias. Si el objetivo es poner fin al incumplimiento de la legislación internacional e impedir que otros usen armas químicas, la acción militar sin esperar a ver el informe del inspector de la ONU no es la forma de proceder. Se trata de la policía del mundo, no de la legislación mundial.


 P. ¿Saben los servicios secretos occidentales dónde están las armas químicas? ¿Puede ser eficaz un ataque aéreo?


 R. Bueno, los israelíes saben dónde están. Pero en mi opinión, un ataque a los arsenales con misiles de crucero tiene la desventaja de que las armas químicas podrían propagarse por los alrededores.


 P. ¿Cuáles serán las consecuencias de que EE UU y sus aliados actúen una vez más sin Naciones Unidas? Primero fue Kosovo y luego Irak. Ahora, según parece, Siria se unirá a la lista.


 R. En Kosovo, la intervención se basó en el visto bueno de la OTAN. No fue suficiente. No creo que la aprobación de la OTAN sea satisfactoria en lo referente al derecho internacional. Es necesario tener la aprobación del Consejo de Seguridad. En el caso de Irak, al Gobierno de Bush no le preocupaba lo más mínimo la ONU. Simplemente siguió adelante con los británicos y unos cuantos países más. Fue una muestra de desprecio absoluto hacia la ONU. Recuerdo que John Kerry, el actual secretario de Estado, que por aquel entonces era senador, fue ridiculizado por decir que EE UU debería esperar a las inspecciones de la ONU y su aprobación para tomar medidas. Tras la guerra de Irak, Obama, en su discurso del premio Nobel, también sostuvo que no se deberían tomar medidas militares contra otros Estados sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. Eso era antes, supongo, y ahora es ahora. En Libia, hubo una resolución del Consejo de Seguridad, pero se interpretó libremente después de los hechos, llevando su intención inicial de proteger a los civiles de un ataque inminente hasta el derrocamiento de [Muamar el] Gadafi.


 P. Pero los rusos y los chinos nunca darán su visto bueno a que se adopten medidas militares contra Siria, así que, ¿por qué intentar siquiera seguir la senda de la ONU?


 R. Los rusos y los chinos han dicho que quieren “unas inspecciones justas y profesionales” en Siria. Los iraníes también están de acuerdo. En este tema tienen intereses importantes; los iraníes son los que más han sufrido en el mundo por el uso de armas químicas en su guerra contra Irak durante la época de Sadam. No toleran el uso de armas químicas por parte de sus amigos de Damasco. En mi opinión, es muy posible que se pueda lograr la condena mundial de Siria en el Consejo de Seguridad —incluida la de Rusia, China e Irán— si las inspecciones demuestran las sospechas.


 P. ¿Pero nunca estarán de acuerdo con la intervención militar?


 R. China y Rusia no aceptarán la intervención militar, eso es cierto. Pero preguntémonos: ¿qué tipo de intervención militar es verdaderamente posible, y qué efecto tendrá realmente? Un ataque con misiles de crucero a los depósitos de armas sospechosas en Siria tendrá pocas consecuencias, y quizás ninguna. Acuérdese de los ataques punitivos con misiles de crucero del presidente Clinton en 1998 a los supuestos campos de entrenamiento de terroristas en Afganistán y a una supuesta fábrica de gas nervioso en Jartum, Sudán. Los ataques en Afganistán no hicieron nada para detener a Al Qaeda. Jartum resultó ser un completo error. Era una planta farmacéutica. Si el único objetivo de la intervención militar es “castigar” a El Asad para complacer a la opinión pública y a los medios de comunicación sin siquiera oír los informes de los inspectores de la ONU, será un día triste para la legalidad internacional.


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“EE UU, sea con Obama o con Bush, no es la policía del mundo”