martes, 29 de marzo de 2016

Fallo favorable a la Argentina en la OMC

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Fallo favorable a la Argentina en la OMC








Martes 29 de Marzo de 2016. Información para la Prensa N°: 085/16






En el día de la fecha, la Organización Mundial del Comercio (OMC) hizo público el Informe Final del Grupo Especial en el caso Unión Europea Medidas Anti-Dumping sobre el Biodiesel procedente de Argentina (DS473) y le dio la razón a nuestro país en todos los reclamos principales.


Esta controversia se origina luego de que, en noviembre de 2013, la Unión Europea impusiera un derecho anti-dumping que implicó, en la práctica, el cierre del mercado europeo al biodiesel argentino, principal abastecedor entonces en aquel mercado. La medida representó una pérdida de exportaciones argentinas de biodiesel equivalente a casi 1600 millones de dólares anuales.


Argentina decidió entonces llevar ante el órgano de solución de Diferencias de la OMC un reclamo respecto de la ilegalidad de la medida impuesta, en función de que, a fin de justificar la misma, la Unión europea había procedido a realizar ajustes en los costos de producción de las empresas exportadoras con la excusa de que los mismos se hallaban distorsionados por la existencia de los derechos de exportación.


Tras más de dos años de litigio internacional, el Panel de expertos de la OMC coincidió con los argumentos presentados por el equipo liderado por la Cancillería argentina y conformado por especialistas de este Ministerio y del sector privado exportador, y le dio la razón a la Argentina respecto de la inconsistencia de dichos ajustes. Argentina había solicitado además que se declarara ilegal en sí misma a la normativa europea que regula las investigaciones antidumping, si bien el Grupo especial determinó que no se había llegado a probar dicha inconsistencia, por lo que se abstuvo de hacerlo.


Si bien por tratarse de una primera instancia cualquiera de ambas partes puede solicitar su revisión ente el órgano de Apelación de la OMC, este fallo representa el primer paso hacia la reapertura del mercado europeo para el biodiesel argentino. Este logro demuestra la eficacia de la coordinación de esfuerzos entre el gobierno y el sector privado, y la férrea decisión de la Cancillería argentina de procurar, a través de todos los mecanismos disponibles, el acceso a los mercados internacionales de los productos argentinos, como instrumento de desarrollo nacional


 


Información para la prensa Nº 085 /16


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lunes, 28 de marzo de 2016

Argentina autorizada a expandir el borde de su plataforma continental

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Nicolás Boeglin (*)


Según indicado en medios de prensa (ver  nota), la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas aprobó recientemente, por consenso, una solicitud de Argentina con relación al borde exterior de su plataforma continental. Dicha Comisión sesionó del 1ero de febrero al 18 de marzo del 2016 (ver  nota  del servicio de prensa de Naciones Unidas):


La plataforma continental en breve


Por plataforma continental se entiende la plataforma submarina sobre la que un Estado ejerce derechos con relación a la exploración y a la explotación de sus recursos naturales: este concepto comprende tanto el lecho como el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a lo largo de la prolongación natural de su costa. Jurídicamente, la plataforma continental inicia donde concluyen el lecho y el subsuelo del mar territorial, que usualmente, llega a las 12 millas marinas, medidas desde las líneas de base. Más allá de esa línea, todo Estado ribereño tiene reconocida una plataforma continental de, por lo menos, hasta las 200 millas marinas, medidas desde las líneas de base. No obstante, los Estados que puedan demostrar que, desde el punto de vista geológico, la prolongación natural de su territorio se extiende más allá de esa distancia, están jurídicamente habilitados para solicitar que se establezca el nuevo límite exterior de su plataforma continental en lo que técnicamente se denomina “borde exterior del margen continental”, previo examen y anuencia de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas.


El 21 de diciembre del 2015, los Estados del MERCOSUR reafirmaron su plena solidaridad con Argentina ante un nuevo intento del Reino Unido de explorar el subsuelo marino cercano a las Islas Malvinas sin autorización previa de Argentina (ver  comunicado conjunto ). Si bien recursos minerales y energéticos acaparan a menudo la atención, las especies marinas que viven en el lecho también forman parte del régimen jurídico al que está sometida la plataforma continental: por ejemplo, las especies de batoideos (rayas en particular) capturadas en la plataforma continental argentina, fueron objeto de una interesante y muy detallada clasificación (ver  estudio ) .


Las pretensiones de Argentina con relación a su plataforma continental “expandida”


Se trata de una petición formalizada ante Naciones Unidas en abril del año 2009 (ver carta  formal de Argentina con fecha del 21/04/2009, y  nota  de prensa) de extender el borde exterior de su plataforma continental, que incluyen a las islas Malvinas, las islas del Atlántico Sur y a parte del Antártida. Este próximo lunes 28, Argentina anunciará oficialmente a la comunidad internacional el nuevo límite de su plataforma continental. Según un órgano gubernamental en Argentina a cargo de este preciso tema, la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA, ver  sitio oficial ), “La Argentina ha realizado un profundo y acabado trabajo científico y técnico que le permitió fijar el límite exterior de su plataforma continental. Este trabajo brinda certeza sobre la extensión geográfica de nuestros derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y subsuelo en más de 1.782.000 km2 de plataforma continental argentina más allá de las 200 millas marinas, que se suman a los aproximadamente 4.799.000 km2 comprendidos entre las líneas de base y las 200 millas marinas, como puede observarse en el mapa“. El estudio geológico inicial fue realizado por expertos argentinos en los años 2000, pertenecientes a la Universidad del Rosario (ver nota ).


Mapa extraído de  artículo de prensa  de La Nación (Argentina)



Las reacciones a las pretensiones de Argentina


En el estudio presentado oficialmente por Argentina (ver  texto integral ), un juego de mapas en las páginas 17-24 permite visualizar mejor sus pretensiones. Como era de esperar, y según se puede apreciar en el  sitio oficial  de dicha Comisión de Límites, se recibieron objeciones a la posición de Argentina por parte de Reino Unido (ver  texto ). Es de recordar que Reino Unido envió a Naciones Unidas dos semanas después de Argentina una solicitud: se lee en esta  nota  de The Guardian de mayo del 2009 que: “The UK document deals concisely with the Argentinian counter-claim, stating: “The UK has no doubt about its sovereignty over the Falkland Islands, South Georgia and the South Sandwich Islands and the surrounding maritime area.” The submission is one of an avalanche of last-minute claims for millions of square kilometres of the ocean floor pouring into the UN’s New York office in advance of an international deadline – on 13 May – for demarcating possession of extended continental shelves“.


Entre los Estados objetores a la petición de Argentina aparecen también Estados Unidos, con relación al Antártida (ver  texto ), Rusia, con relación al Antártida (ver  texto ), India con similar preocupación (ver  texto ), Países Bajos (ver  texto ) y Japón (ver  texto ). Al final de dicha lista, reaparece nuevamente una objeción por parte de Reino Unido (ver  texto ). En agosto del 2012, Argentina circuló una nota diplomática rechazando de forma categórica las objeciones del Reino Unido (ver  texto ). Al no haber rechazado las objeciones concernientes al Antártida, es posible que Argentina acceda a aceptar algunos de los planteamientos hechos a ese respecto a la hora de establecer el límite de su plataforma continental, el cual será anunciado oficialmente el 28 de marzo.



La decisión de la Comisión de Límites de Naciones Unidas


La Comisión de Límites sobre la Plataforma Continental de las Naciones Unidas, creada en virtud de la Convención de Derecho del Mar de 1982, tiene pendientes varias solicitudes de Estados deseosos de extender sus competencias más allá de 200 millas marinas en lo que se refiere a su plataforma continental, en aplicación del Artículo 76 de dicha Convención (ver  listado oficial  a diciembre del 2015). En el caso de América Latina, aparecen en ese listado, por orden cronológico, Brasil, México, Barbados, Suriname, Uruguay, Argentina, Trinidad y Tobago, Cuba, Guyana, Nicaragua y Bahamas. Es de notar que en Centroamérica, únicamente Nicaragua ha hecho uso de esta herramienta que ofrece la Convención de Derecho del Mar a sus Estados Partes: lo hizo en junio del 2013 (ver  ficha técnica  y reacciones de Colombia, Costa Rica y Panamá). No se debe esperar petición alguna por parte de los siguientes Estados de América Latina, quiénes han considerado oportuno (y útil) no ratificar la Convención sobre Derecho del Mar de 1982: se trata de Colombia, El Salvador, Perú y Venezuela.


Según las autoridades de Argentina, “La Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental, órgano científico integrado por 21 expertos internacionales de reconocido prestigio y creado por la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar, adoptó por consenso, es decir sin un solo voto en contra, las recomendaciones sobre la presentación argentina” (ver  nota  de prensa). En el  comunicado de prensa  del precitado órgano técnico gubernamental sobre la decisión de la Comisión de Límites de Naciones Unidas, se lee que: “El 11 de Marzo de 2016 el Plenario de la CLPC adoptó las recomendaciones sobre la presentación Argentina. En ellas la Comisión recomienda que la Argentina trace el límite de acuerdo con los puntos que fueron el resultado de las sesiones de análisis, aceptando la metodología utilizada por la Argentina. Las recomendaciones en sí no son obligatorias para el Estado, ni es necesario realizar una aceptación o rechazo expreso de ellas. Es el Estado quien determina el límite exterior de su plataforma continental que, si se toma como base las recomendaciones de la CLPC, será considerado definitivo y obligatorio frente a la comunidad internacional“.



(*) Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica



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Cancillería presentó el nuevo límite exterior de la Plataforma Continental Argentina, con un 35% más de superficie

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Cancillería presentó el nuevo límite exterior de la Plataforma Continental Argentina, con un 35% más de superficie


A través de un acto en el Palacio San Martín fue oficializada la medida que incorpora 1.700.000 metros cuadrados a la superficie actual


La Cancillería presentó hoy de manera oficial el nuevo límite exterior de la Plataforma Continental Argentina, que, tras un fallo de la ONU, incorpora 1.700.000 metros cuadrados, 35 por ciento más que la superficie actual.


Según el Gobierno, “reafirma los derechos de soberanía” del país en el Atlántico Sur, “zona política, económica y estratégicamente importante”.


La presentación se realizó en el Salón Libertador del Palacio San Martín, donde el vicecanciller Carlos Foradori enfatizó en que el logro “es algo que ha venido gestándose a lo largo de muchos años, no es un trabajo de un gobierno, sino una política de Estado”


El acto fue encabezado por el vicecanciller Carlos Foradori en el salón Libertador del Palacio San Martín

El acto fue encabezado por el vicecanciller Carlos Foradori en el salón Libertador del Palacio San Martín.Foto:DyN

“La Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental, órgano científico integrado por 21 expertos internacionales de reconocido prestigio y creado por la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar, adoptó por consenso, es decir sin votos en contra, las recomendaciones sobre la presentación argentina”, según destacó la jefa de la diplomacia nacional a través de un video que se presentó al comienzo del acto.


“Es un logro muy significativo de la política exterior de la Argentina, a través de una verdadera política de Estado”, agregó la canciller.


Según se informó, el trabajo científico, técnico y jurídico que permitió demarcar el nuevo límite exterior de la plataforma continental argentina fue realizado por la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla) a lo largo de veinte años.





La experta Frida Armas Pfirter, coordinadora de esa comisión, sostuvo que el nuevo límite implica que ahora la plataforma continental del país alcanza los “6.000.000 de kilómetros cuadrados”, mientras que el diplomático Osvaldo Mársico precisó: “La plataforma continental es la prolongación natural del territorio. En el caso de la Argentina, se extiende en algunas zonas hasta las 350 millas”.


“Es un criterio científico que da seguridad jurídica”, juzgó el jefe alterno de la Copla.


La Argentina tiene así “derechos exclusivos y excluyentes” en el área, “no se pueden explorar ni explotar sin el consentimiento expreso” del país, abundó Mársico.


La presentación argentina realizada en abril del 2009 incluyó el límite exterior de la plataforma continental de todo el territorio argentino: continental, Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y Antártida Argentina.


El desarrollo del plan de tareas estuvo a cargo de un grupo de profesionales que llevó a cabo estudios que sirvieron para “profundizar en el conocimiento de la geología marina y de los recursos existentes”, subrayó Malcorra en su intervención grabada.


“Hay riquezas allí que ni siquiera todavía conocemos”, admitió el número dos del Palacio San Martín.


La Copla fue creada por ley nacional y está presidida por la Cancillería e integrada por la Jefetura del Servicio de Hidrografía Naval y el Ministerio de Economía.


[via Política – lanacion.com]


Cancillería presentó el nuevo límite exterior de la Plataforma Continental Argentina, con un 35% más de superficieDerecho Internacional Público - www.dipublico.org

domingo, 27 de marzo de 2016

Frente al terrorismo, la respuesta es más Europa

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Frente al terrorismo, la respuesta es más Europa



MIAMI-.El enemigo no es Bruselas: es Europa. Lo ha señalado nítidamente el llamado Estado Islámico al atacar, más que el aeropuerto de Bruselas, una estación de metro de estilo ordinario. Maelbeek no es sólo una parada del sistema de transporte subterráneo de la capital de Bélgica. Se trata del corazón simbólico de la Unión Europea. Por allí pasan a diario miles de funcionarios de las tres instituciones comunitarias, el Consejo, el Parlamento y la Comisión. El ente supremo de la UE representa los sacrosantos intereses de los Estados miembros, que desde el estallido del terrorismo y el drama de los refugiados han capturado la disciplina de la organización. El Parlamento, que defiende los valores de los ciudadanos, se siente desplazado en hacer sentir su voz. La Comisión, que controla el capital constitucional de los tratados, se ha plegado a los deseos de los Estados.


En contraste con las gratuitas acusaciones acerca de la ineficacia de la UE, lo cierto históricamente es que ha sido un éxito espectacular que ha garantizado durante décadas lo que no existió en Europa durante siglos: estabilidad, paz, progreso, justicia. Así lo han señalado y han demostrado con sus acciones recientemente los miles de inmigrantes y refugiados que han optado, contra todos los obstáculos, por acudir al refugio de Europa y la UE. Esos miles están dispuestos a asumir cualquier riesgo y pagar cualquier precio (pecuniario y personal) para ubicarse bajo la protección de uno de los pocos sistemas en el planeta que les puede garantizar lo que anhelan.


Este detalle lo detectan los terroristas que han identificado por fin el enemigo último de sus acciones. No son los Estados, sociedades nacionales, gobiernos, capitales individuales que ya han sido víctimas de su odio, sino un ente que tenazmente reclama reconocimiento. La UE todavía tiene todo el potencial de constituirse en un escudo efectivo no sólo para garantizar la supervivencia de Europa como civilización, sino también para presentarse como agente efectivo de la eficacia práctica de sublimar los anhelos de los propios ciudadanos. Al mismo tiempo, da la razón a los que desde el exterior tenazmente quieren ubicarse bajo su protección.


Los terroristas han estado ejecutando acciones con objetivos predominantemente nacionales para provocar, hasta ahora con éxito, la reacción nacionalista y autoprotectora de los gobiernos temerosos de perder su pretendida soberanía nacional. El ataque a la emblemática estación de metro, cordón umbilical de las instituciones, es un mensaje cristalino: el enemigo no es el Estado. Es la entidad colectiva que todavía puede salvaguardar los logros que desde casi el final de la Segunda Guerra Mundial siguen siendo la admiración del resto del mundo.


Los gobiernos, a través de decisiones apoyadas en el propio Consejo de Europa, en diversas ocasiones han respondido temerosamente a los ataques terroristas mediante el recorte de las decisiones colectivas. Por ejemplo, como respuesta equivocada a los ataques de noviembre pasado en París, el gobierno francés desdeñó usar la cláusula de solidaridad del artículo 222 del Tratado de la UE (una especie de artículo 5 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) y optó por aplicar el artículo 42, en plano intergubernamental. Francia, como otros gobiernos europeos, decidía reducir la soberanía europea y neutralizaba peligrosamente el acuerdo de libre tránsito de Schengen.


En lugar de reforzar los poderes de las instituciones, se procedía a devolver la soberanía compartida a los Estados. Para conseguir la cooperación de los guardianes alternativos de la autoridad europea colectiva, se “compraba” la complicidad de Turquía en constituir una barrera ante la invasión de refugiados, con la promesa de una facilidad de ingreso en la propia UE. Se apuntaba que Bruselas no tenía poder. Se daba la razón a los nacionalistas y a los propios terroristas.


El ataque a la estación de metro de Bruselas nos recuerda que el propio terror reconoce que el enemigo es precisamente el ente del que los propios europeos quieren reducir el potencial. Habrá llegado el momento de remontarse a los orígenes y asumir, de una vez por todas, que fue el Estado nacional el culpable del holocausto representado por las dos guerras europeas que casi destruyeron la civilización del Viejo Continente. Lo que se necesita no es lo que numerosos gobiernos y sectores de ciudadanos reclaman: menos Europa. Lo que precisamente es perentoriamente necesario es el rescate de la estación de Maelbeek.


En lugar de desmontar Schengen, se requiere un sólido tratado, interno y externo, que garantice la libre circulación de ciudadanos y visitantes. Para reforzar este argumento, se debe fundar una fuerza supranacional que supervise el funcionamiento de las fronteras de una manera colectiva, no sujeta a los caprichos de los Estados. Se necesita más Europa, no menos.


Catedrático Jean Monnet y director del Centro de la Unión Europea de la Universidad de Miami



[via Opinión – lanacion.com]


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Aval de la ONU a un planteo argentino sobre Malvinas

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Aval de la ONU a un planteo argentino sobre Malvinas


En lo que constituye un fuerte avance jurídico en materia de reafirmación de los derechos soberanos de la Argentina sobre los espacios marítimos y sus recursos en el Atlántico Sur, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) -un grupo de expertos internacionales que funciona en las Naciones Unidas- adoptó por consenso las recomendaciones sobre la presentación argentina del límite exterior de su plataforma continental. Reconoció, así, la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido en la zona de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.


El Gobierno calificó como un “rotundo éxito” esta decisión, que se determinó a principio de marzo pasado en Nueva York y que apoya la posición argentina sobre la existencia de una controversia entre los dos países, lo que habilitará al país a avanzar sobre los proyectos petroleros en alta mar sobre zonas aún no exploradas. Esto implicará ampliar los negocios en materia petrolera, ya que se extiende el espacio de plataforma continental marítima para la Argentina.



La presentación argentina fue re- alizada en abril de 2009 e incluyó el límite exterior de la plataforma continental de todo el territorio argentino. Esto es: el área continental, islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Antártida Argentina. La superficie comprendida en la demarcación presentada, entre las 200 millas marinas y el límite exterior, es de 1.700.000 km2, equivalente a cerca del 48% del territorio emergido de la República Argentina, que se suman a los casi 4.800.000 km2 comprendidos entre las líneas de base y las 200 millas marinas.


La CLPC es un órgano científico encargado de analizar las presentaciones de los Estados. Creado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, está integrado por 21 expertos de reconocido prestigio internacional.


La Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental adoptó por consenso -sin un solo voto en contra- las recomendaciones sobre la presentación argentina. Reconoció el caso de nuestro país como un leading case, pues fue el primero en el que se utilizaron todos los elementos permitidos por las normas vigentes de la forma más favorable para el país.


“Es un logro muy significativo de la política exterior argentina. Estamos reafirmando nuestros derechos de soberanía sobre los recursos de nuestra plataforma continental: minerales, hidrocarburos y especies sedentarias. La demarcación del límite exterior de la plataforma continental constituye un verdadero ejemplo de política de Estado: se ha trabajado con profesionalismo durante casi 20 años, con el propósito de reafirmar nuestra presencia, preservar nuestros recursos y reafirmar nuestros derechos soberanos en una zona política, económica y estratégicamente tan importante como el Atlántico Sur”, añadió Malcorra.


Trabajo en equipo


El trabajo científico, técnico y jurídico que permitió demarcar el límite exterior de la plataforma continental argentina fue realizado por la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), a lo largo de 20 años de intensa labor. El organismo fue creado por ley y está presidido por la Cancillería e integrado por el jefe del Servicio de Hidrografía Naval y el Ministerio de Economía. El desarrollo del plan de tareas está a cargo de profesionales especialmente capacitados. Estos estudios permitieron profundizar el conocimiento de la geología marina y de los recursos existentes.


“Este resultado constituye el triunfo de la determinación sobre las adversidades y demuestra que con constancia, teniendo los objetivos claros y trabajando en equipo podemos lograr las metas más impensables”, destacó, a la vez, el vicecanciller Carlos Foradori.


[via Política – lanacion.com]


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sábado, 26 de marzo de 2016

A 40 años del golpe de Estado en Argentina, los juicios en cifras

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A 40 años del golpe de Estado en Argentina, los juicios en cifras


A 40 años del golpe de Estado que instauró la dictadura argentina (1976-1983), el país suramericano continúa con los juicios contra los crímenes de lesa humanidad cometidos en la época más oscura de su historia. La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad hace balance de los juicios realizados desde 2006, cuando el Congreso declaró nulas las leyes de impunidad, hasta el pasado 1 de marzo.


Un total de de 2.354 personas han sido imputadas por delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura, de las que 669 personas han sido condenadas. El exjefe del III Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez acumula 12 condenas, entre ellas diez a prisión perpetua.


De las 526 causas penales abiertas, solo una de cada tres (156) han finalizado con sentencias. 2012 y 2013, fueron los años con mayor número de sentencias, con 25 cada uno.


Más de 70 civiles han sido acusados por su responsabilidad en los delitos de lesa humanidad cometidos en Argentina, de los que cuatro han recibido condenadas: los empresarios Emilio Felipe y Juan Manuel Méndez y los exfuncionarios judiciales Víctor Brusa (en la céntrica provincia de Santa Fe) y Manlio Martínez (en la norteña Tucumán).


En 2016 hay 13 juicios en marcha, entre ellos tres megajuicios: el que juzga los supuestos crímenes perpetrados en los centros clandestinos de detención ESMA (Buenos Aires) y La Perla (Córdoba) y el del Plan Cóndor, centrado en la coordinación de las dictaduras suramericanas para intercambiar información y trasladar prisioneros.


En el tercer juicio de la ESMA son juzgadas 59 personas por supuestamente haber cometido 789 secuestros, torturas y homicidios en la ESMA, entre las que figuran ocho aviadores navales y de la Prefectura acusados por los denominados “vuelos de la muerte”, con los que arrojaban a detenidos al río de la Plata para deshacerse de sus cuerpos.


La megacausa de La Perla involucra a 417 víctimas y tiene 52 imputados, entre ellos Menéndez. Su sentencia está prevista para el próximo julio.


Actualmente 57 personas buscadas por la justicia por estos crímenes se encuentran prófugas, entre ellas el exmilitar condenado Jorge Antonio Olivera, quien se fugó de un hospital militar de Buenos Aires en 2013.




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Suiza y la difusa línea de lo neutral

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Suiza y la difusa línea de lo neutral


En el ojo de los huracanes no pasa nada. No hay viento, ni nubes y tampoco lluvia. Sólo calma, a pesar de que en su alrededor se descarga la brutal ira de la naturaleza. Aplicado a Europa, continente sacudido durante los dos últimos siglos por los conflictos más salvajes que el ser humano ha visto jamás, ese centro de quietud bien podría ser Suiza, un país que desde su nacimiento se ha abstraído de lo que ocurría a su alrededor. Sin embargo, esa neutralidad aplicada desde fuera y autoimpuesta desde dentro ha provocado que en el siglo de la globalización, el país de los relojes sea visto como una anomalía al menos en el continente europeo, reticente a abandonar su particular postura y abrazar así las dinámicas europeas.


El triunfo de lo inaudito


Repasando la historia de Suiza, se llega con cierta rapidez a la conclusión de que no es un país al uso, como si fuese contracorriente a la normalidad europea de los siglos XIX y XX. El abandono del fortalecimiento del Estado centralizado y el desinterés más absoluto por el Estado-nación; un país trilingüe, no por la consideración de tres lenguas autóctonas, sino por la oficialización de tres idiomas “extranjeros” y la plena confianza en que sus montañas y valles son, además de aquello que les separa del caótico mundo exterior, los garantes de su seguridad como país.


Esta amalgama de características no es muy acorde a lo habitual en la práctica totalidad de los estados europeos –con la parcial salvedad de los microestados continentales, como Luxemburgo o Liechtenstein–, pero como es lógico tiene un porqué. Desde el siglo XIII, distintos cantones, a menudo organizados en torno a una ciudad-estado central, que poblaban los valles alpinos de la actual Suiza comenzaron a aliarse para facilitar el comercio y también en un esfuerzo de seguridad colectiva.


En aquella agreste “tierra de nadie” de la época, aunque oficialmente bajo el poder del Sacro Imperio Romano, cada vez más cantones se sumaron a la creciente Confederación Suiza. No obstante, sus adquisiciones territoriales eran, desde una perspectiva geográfica, escasas, así como los recursos económicos y humanos de los que disponía el creciente protoestado confederado. En cambio, y sobre todo a partir del siglo XVI, el fortalecimiento de los grandes estados europeos, especialmente Francia, España y Austria, llevó a los suizos, tanto bajo la bandera de la Confederación como insertos en ejércitos extranjeros en forma de compañías de mercenarios, a una serie de derrotas que les disuadieron de seguir expandiendo su proyecto político.



Expansión Suiza

Expansión de la Antigua Confederación Suiza entre los siglos XIII y XVI. Fuente: Wikipedia https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/9b/Expansion_suiza.svg



A pesar de estos reveses, a principios de la Edad Moderna el territorio de la Antigua Confederación Suiza tenía un aspecto bastante similar a la Suiza actual, si bien todavía quedarían bastantes años para poder catalogar al país suizo como tal. De hecho, durante esos turbulentos siglos XVI y XVII Suiza todavía tendría que vivir su episodio particular de las guerras de religión que asolaron Europa. Las luchas de poder –y de fe– entre protestantes y católicos encontraron en los valles alpinos otro lugar en los que dirimir qué corriente del cristianismo se imponía. No obstante, como Estado, la Confederación ganó su primera batalla en 1648 con la Paz de Westfalia –momento en el cual se considera nacen los Estados-nación europeos– al ser reconocido de manera independiente respecto al Sacro Imperio Romano. Y es que los cantones suizos, más allá de sus rivalidades y rencillas, se habían mantenido neutrales en la Guerra de los Treinta Años y habían salido relativamente beneficiados del conflicto, algo que no pasó desapercibido para los pobladores alpinos. Aun de forma confederal y rota entre católicos y protestantes, Suiza comenzaba a tomar forma.


En este nuevo orden europeo, los cantones comprendieron, más allá de sus rencillas y disputas particulares, que si querían sobrevivir en esa Europa de gigantescos estados debían reorientar su papel y su política, y no precisamente entrando en el juego de las potencias, sino todo lo contrario: pasando desapercibidos. Pocos años después de Westfalia, en 1663, la Confederación acordó ilegalizar el uso de regimientos suizos para luchar en el extranjero, algo hasta entonces muy habitual dada la enorme fama que tenían las compañías de mercenarios del país. Escasamente una década después, la Dieta –el Ejecutivo de delegados cantonales– promulgaría la neutralidad en la política exterior como línea maestra del rumbo del país, si bien tampoco fue posible implementar la medida de forma escrupulosa al existir todavía intensas luchas de poder entre distintas facciones cantonales de cara a controlar la Confederación e influir en la organización política de esta. No obstante, en líneas generales los grandes estados europeos agradecieron el compromiso helvético, tanto por la situación estratégica del país como por la estabilidad que otorgaba la certeza de saber que estos se mantendrían neutrales ante cualquier conflicto en Europa.


Sin embargo, ni las montañas ni su manifiesta neutralidad posibilitaron que los suizos esquivasen uno de los periodos políticos más tumultuosos que ha vivido el Viejo Continente en los últimos siglos. En las numerosas y cruentas guerras que se libraron en suelo europeo entre la Revolución Francesa y la total derrota de Napoleón, la Antigua Confederación Suiza fue invadida por los franceses en 1798. El fervor republicano galo abolió el Antiguo Régimen cantonal existente e instauró la República Helvética, un estado satélite de París, centralizado y profundamente odiado por los suizos, a quienes las ideas de la revolución les habían trastocado 500 años de organización genuina.


Derrotado Napoleón, en 1815 el Congreso de Viena devolvió a Europa al escenario pre-revolucionario. Suiza, ya entonces con la forma estatal actual, aceptó la imposición de neutralidad de las potencias asumiendo su rol de estado-tapón, e interiormente se regresó a la ya asentada tradición política de neutralidad. Ni mucho menos era entonces Suiza un país estable –de hecho vivió una pequeña guerra civil a mediados de siglo–, pero su neutralidad era conveniente para el interés de las potencias. Para lo que sí sirvió la guerra civil suiza fue para promulgar una constitución liberal en 1848, lo que permitió al país subirse al tren de la modernidad política en forma de república federal.


A partir de aquí se inicia el camino más conocido del país helvético. En ninguna de las guerras que se produjeron a su alrededor tanto a finales del siglo XIX como a principios del XX, Suiza se vio envuelta. En buena medida, cada guerra que la Confederación conseguía esquivar hacía más sólida su posición, además de obtener enormes réditos de tipo económico en esos convulsos momentos para el continente.


El dinero sí tiene patria


Lo que en el siglo XIII pretendían los cantones dejando de guerrear entre ellos era, entre otras cosas, facilitar el comercio y la prosperidad de sus microestados. La idea de que dejando de un lado la guerra la prosperidad es mayor caló también en esa política de neutralidad suiza. A medida que el país se fue asentando durante el siglo XIX en su estatus neutral, se fue conformando más atractivo a los capitales europeos, especialmente británicos, franceses y alemanes. A fin de cuentas, estos países estaban en guerra constante –coloniales o europeas–, aumentando la inestabilidad y por tanto la inseguridad de esos ahorros industriales o financieros. Así pues, qué mejor lugar para guardarlos que aquel país del que se sabía no iba a entrar en ninguna guerra, manteniendo su estabilidad y sus bancos intactos.


Sin embargo, no sería hasta el siglo XX cuando Suiza realmente explotase esa ventaja competitiva. En aquellos años los países vecinos, en un intento por fortalecer fiscalmente al Estado, empezaron a aumentar gravámenes y tasas, algo que los grandes capitales suelen rehuir con rapidez. La Confederación Suiza, no obstante, mantuvo muy bajos o inexistentes ese tipo de impuestos a la riqueza, y los capitales empezaron a fluir hacia el país helvético. Por si este atractivo no fuese suficiente, los bancos suizos, ya desde el siglo XIX, acostumbraban a no facilitar los datos de los clientes registrados, lo que motivaba que, fuesen legales o de dudosa procedencia –en aquellos años robados, provenientes del contrabando o estafados al Estado– los ahorros en Suiza estuviesen más a salvo de los ‘fiscos’ europeos.


No obstante, esta política emprendida no sólo hay que verla desde una perspectiva económica o financiera, sino que para los suizos, a nivel político y geoestratégico, tenía una importancia considerable al aumentar los costes de una agresión o invasión del país. En definitiva, Suiza ganaba en seguridad al alojar buena parte del dinero de las élites europeas. Además, esta tendencia fortaleció la posición suiza en Europa al colocarse como un importante centro financiero, comparable al de otras metrópolis como Londres, París o Berlín.


Pese a todo, los suizos no eran unos recién llegados a la arena de la política europea y conocían perfectamente de qué eran capaces tanto ellos como su vecindario. Así, eran conscientes de que en los tensos inicios del siglo XX su supervivencia como estado dependía de las armas, aunque el dinero que alojaban sus bancos fuese otro aliciente para mantener a los extranjeros fuera del territorio suizo. Por ello entre 1907 y 1911 se amplió el ejército profesional, introduciendo un servicio militar obligatorio que en la práctica militarizaba el país, ya que los conscriptos tenían permitido, una vez terminado el servicio, guardar el arma en su casa. En definitiva, el ejército suizo era, potencialmente, Suiza entera.


El país helvético esquivó la Primera Guerra Mundial manteniéndose de nuevo neutral. No obstante, en el periodo de entreguerras el flujo de capitales hacia los Alpes aumentó con la apreciación del franco suizo y las primeras quejas sobre el secretismo y el “acaparamiento” comenzaron a aflorar en los países vecinos. París y Londres, por ejemplo, empezaron a presionar a Suiza con el pretexto –más que fundado– de que los alemanes utilizaban el país para evadir fondos que tenían que ir destinados a las reparaciones de guerra impuestas al estado germano. Sin embargo, los exhaustos vencedores no estaban en condiciones de exigir nada, y los helvéticos simplemente se limitaron a contestar que la revelación del secreto bancario iba contra sus más profundos valores liberales.


Para ampliar: Cómo Suiza blinda el secreto bancario, BBC Mundo


Para formalizar lo que hasta entonces era un compromiso tácito de las entidades y el estado suizo, en 1934 se aprobó la ley bancaria, que castigaba penalmente la revelación del secreto bancario, y dejando la evasión fiscal únicamente como una sanción administrativa. A menudo se cita este episodio como medida de protección hacia los judíos que huían a Suiza con la llegada del poder de Hitler en Alemania, de cara a que el régimen nazi no pudiese saber quiénes se habían refugiado en el país y tomar así represalias en territorio germano contra sus familiares o círculos cercanos. Aunque parte de la ley tenía en cuenta esta situación, lo cierto es que en líneas generales este cambio legislativo era la evolución lógica del estatus que estaba cobrando Suiza, y qué decir tiene que pocos se iban a oponer a tal medida si se vendía como una protección a esas personas perseguidas por el nazismo. De hecho, la república helvética no tuvo demasiados reparos en colaborar abiertamente con las potencias del Eje. Es completamente cierto que el país para 1940 ya estaba rodeado por Alemania, Italia y la Francia de Vichy –un estado títere de Alemania–, y pocas opciones tenía para no ser invadida –de hecho existió la Operación Tanennbaum para llevarlo a cabo–, por lo que irremediablemente acabó subsumida en la esfera económica alemana.


Sin embargo, esa situación a la que Suiza se vio abocada no impidió que los helvéticos tuviesen gigantescas ganancias durante la guerra y en buena medida sostuviesen el esfuerzo bélico alemán. Además de sustanciosos préstamos a Alemania e Italia, cierta libertad de paso de tropas por el país y envío de equipamiento, Suiza fue el respiradero financiero de italianos y alemanes. Como ni el Reich ni sus aliados italianos podían comprar en los mercados internacionales con sus divisas –por bloqueos o por el escaso valor–, el franco suizo se volvió un balón de oxígeno. Los bancos helvéticos compraron hasta 1,2 billones de oro en francos suizos, proviniendo además buena parte de los lingotes del expolio nazi, tanto de las reservas bancarias de los países invadidos como de las pertenencias personales de los adinerados “indeseables” –judíos y presos políticos, especialmente–.


Como era de esperar, la posguerra no le resultó fácil a Suiza, y los vencedores, especialmente Estados Unidos y su nuevo principio rector ultraliberal, quisieron cobrarle la factura haciendo desaparecer el secreto bancario. Sin embargo, en otra de tantas astutas maniobras diplomáticas y económicas suizas, el país consiguió evitar la enemistad norteamericana dando generosos préstamos a Reino Unido y Francia, además de volver a argumentar ante Washington que el secreto bancario era uno de sus pilares como asentada democracia liberal, un argumento al que, al menos ideológicamente, la potencia norteamericana no tenía respuesta posible.


Con esta tormenta eludida y reiterando de nuevo su compromiso con la neutralidad –esta vez durante la Guerra Fría– se hizo de nuevo la vista gorda con el particular sistema bancario suizo, y en las décadas siguientes el montañoso país se convertiría en un refugio para los caudales –y los tipos– más infames de la época; dictadores de toda condición encontraron en las entidades de Zurich o Ginebra un buen lugar para esconder las ganancias expoliadas en sus estados. El conocido Mobutu, de Zaire; el haitiano Duvalier; el filipino Ferdinand Marcos o el nigeriano Sani Abacha fueron clientes habituales, y qué decir tiene que salvo en el caso nigeriano, y no de manera completa, los países –o los ciudadanos– rapiñados nunca vieron el dinero de vuelta.


¿La neutralidad neutralizada?


En Suiza se podría decir que hay dos tipos de neutrales: los ortodoxos y los heterodoxos, o conservadores y moderados. El primer grupo podría abarcar aquellos que creen y quieren que el país debe mantenerse en un alto grado de neutralidad, fuera de toda organización internacional y ajena a cualquier suceso mundial que implique un mínimo de participación por parte suiza. En el otro extremo –como si estuviesen muy alejados…– estarían aquellos que prefieren mantener al país fuera de estructuras que exijan un compromiso pero ideológicamente sí aceptan insertarse en aquellos aspectos que promuevan valores alineados con la cultura política helvética.


Este pulso llevó a que Suiza abrazara de forma limitada la débil Sociedad de Naciones en los años veinte, para después de la Segunda Guerra Mundial estar durante casi medio siglo ausente de las organizaciones surgidas tras el conflicto. En 1986 la población y los cantones –en Suiza los referendos tienen que ser aprobados por ambos– rechazaron la entrada en la ONU, y seis años más tarde, en 1992, aprobaron entrar en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pero no en el Espacio Económico Europeo –una antesala de la Comunidad Económica Europea–, algo que hizo desistir al gobierno de seguir negociando la entrada al proyecto comunitario.


Para ampliar: La neutralidad como política de Estado: el caso de Suiza”, Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos


Tampoco el siglo XXI trajo demasiadas novedades para la neutralidad federal. En 2001 las tres cuartas partes de los votantes rechazaban una iniciativa popular para retomar las negociaciones de ingreso en la Unión Europea, para un año después aprobar por un escasísimo margen –un 54,6% y 12 a 11 cantonal– la entrada en las Naciones Unidas. Algo que para muchos estados es absolutamente normal, y sobre todo necesario en el caso de países pobres de cara a remarcar su legitimidad, en Suiza se vio como una alteración sin precedentes en la neutralidad del país.


Paradójicamente, el país ha servido durante muchas décadas para alojar gran cantidad de organismos, agencias y entidades internacionales, en esa especie de guiño a los helvéticos de que una OOII debe ser, en cierta medida, neutral. Sin embargo, hasta momentos muy recientes –especialmente a partir de la entrada en la ONU– los helvéticos no tenían voz ni voto en dichas organizaciones, siendo meros “arrendatarios” territoriales.


No obstante, más allá de las curiosidades o del simple amor suizo a la neutralidad, el peculiar modelo helvético cada vez está más arrinconado. En un intento por sortear los referendos, que se presuponen inquebrantables, cada vez más países, especialmente desarrollados, están más molestos con el secretismo bancario suizo y presionan las capacidades del gobierno. Qué decir tiene que la última gran crisis económica vivida a nivel global ha supuesto una emigración de capitales hacia los Alpes buscando evadir el rigor fiscal de los estados y la seguridad que no tenían en los demás países del Norte, asediados por las quiebras bancarias y los rescates financieros. Por ello, existe un hartazgo considerable, especialmente en Europa, al ver a Suiza como una “competencia desleal” en su condición de opaco paraíso fiscal. Como estado soberano puede ser perfectamente libre de tener los impuestos que consideren oportunos, pero las negativas a colaborar contra la evasión fiscal en Europa molestan sobremanera al resto de países.



En un reciente escándalo conocido como “Swissleaks”, miles de cuentas bancarias se filtraron, evidenciando a Suiza como un refugio fiscal. Fuente: Martin Grandjean http://www.martingrandjean.ch/wp-content/uploads/2015/02/Swissleaks-tax-havens.jpg

En un reciente escándalo conocido como “Swissleaks”, miles de cuentas bancarias se filtraron, evidenciando a Suiza como un refugio fiscal. Fuente: Martin Grandjean http://www.martingrandjean.ch/wp-content/uploads/2015/02/Swissleaks-tax-havens.jpg



Por ello, Suiza ha acabado accediendo a compartir información ante los requerimientos de la Unión Europea, un primer paso que, si bien fortalecería la situación fiscal de los países comunitarios, debilitará notablemente la “ventaja competitiva” helvética, pudiendo provocar que capitales de nacionalidad comunitaria salgan del país, regresando a su estado natal o buscando otros lugares donde evadir sus obligaciones tributarias.


Esta cuestión no es en absoluto menor. Suiza ha conseguido mantener un modelo económico, social y político en buena medida gracias a la ingente afluencia de capitales en fuga. En el siglo de la globalización, la pretendida neutralidad suiza no es sino una “semiautarquía” económica y política, contracorriente a las dinámicas globales. Si el paraíso fiscal empezase a caer en desgracia, su modelo económico debería ser reorientado, y con él la neutralidad del país, ya que una de las salidas más lógicas a este problema sería, aunque mínimamente, cierto grado de integración en la Unión Europea. Quizá los suizos no quieran ver que su neutralidad nunca existió; el dinero no es neutral y la globalización ha imposibilitado cualquier proyecto aislacionista. Las montañas suizas ya no son un refugio. Son, simplemente, Europa.


La entrada Suiza y la difusa línea de lo neutral aparece primero en El Orden Mundial en el S.XXI.




Suiza y la difusa línea de lo neutralDerecho Internacional Público - www.dipublico.org

jueves, 24 de marzo de 2016

Nicaragua - Colombia: la CIJ se declara competente

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Nicolas Boeglin (*)


El pasado 17 de marzo del 2016, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declaró competente para examinar dos nuevas demandas planteadas por Nicaragua en el año 2013 contra Colombia, con relación al Mar Caribe.



Un breve recuento


Como se recordará, el 19 de noviembre del 2012, la CIJ dictaminó su fallo en respuesta a una demanda inicial de Nicaragua registrada en el año 2001 en La Haya. El procedimiento fue excesivamente largo (11 años) en razón de varios incidentes procesales a los que recurrió Colombia y luego, algunos Estados centroamericanos cercanos políticamente a las autoridades y distantes de las de Nicaragua (en particular, en el caso de uno de ellos, después del golpe de Estado acaecido en junio del 2009 en Honduras).


Ante objeciones preliminares presentadas por Colombia en el 2003 cuestionando su competencia, la CIJ procedió a examinar si era o no competente. En un fallo del 2007 (ver  texto ), se inclinó por decidir que sí lo era. En el 2010, Costa Rica (en febrero) y luego Honduras (en junio) presentaron ambos (de manera un tanto tardía) solicitudes de intervención, las cuales fueron examinadas y rechazadas por la CIJ en dos fallos dictaminados en mayo del 2011. No habiendo más incidentes procesales, el procedimiento culminó finalmente con la lectura del fallo definitivo, dado a conocer el 19 de noviembre del 2012 entre Nicaragua y Colombia.  Esta última optó, diez días después de su lectura, por denunciar un emblemático tratado suscrito en el hemisferio en 1948, como el Pacto que lleva el nombre de su capital (convirtiéndose en el único Estado en hacerlo); a menos de un año de dictaminada dicha sentencia de la CIJ, el Presidente de Colombia, entre otras inéditas manifestaciones, la declaró “no aplicable”, llevando a Nicaragua a reaccionar nuevamente mediante el recurso al juez internacional, y ello con la presentación de dos demandas distintas. Se trata de:


– una primera demanda, presentada en setiembre del 2013, pocos días después de la declaración presidencial oída en Colombia sobre el supuesto carácter “no aplicable” de la decisión del 2012, titulada oficialmente por la misma CIJ “Question of the delimitation of the continental shelf between Nicaragua and Colombia beyond 200 nautical miles from the Nicaraguayan coast  / Question de la délimitation du plateau continental entre le Nicaragua et la Colombie au-delà de 200 milles marins de la côte nicaraguayenne“.


– una segunda, planteada ante la CIJ por Nicaragua al finalizar el mes de noviembre del año 2013 (a pocos días de surtir plenos efectos la denuncia del pacto de Bogotá  que es de un año), titulada oficialmente por parte de la CIJ “Alleged violations of sovereign rights and maritime spaces in the Caribbean Sea  /  Violations alléguées de droits souverains et d´espaces maritimes dans la Mer des Caraïbes“.


La decisión del 17 de marzo del 2016 de la CIJ


Como era previsible (Nota 1) la estrategia colombiana consistiendo en poner en tela de duda la competencia de la CIJ no surtió mayor efecto: sus pretensiones fueron casi todas rechazadas por los jueces de La Haya. En el caso de la primera demanda de Nicaragua, Colombia presentó cinco excepciones preliminares. En el caso de la segunda demanda, mantuvo idéntica cifra de excepciones preliminares en aras de evitar un examen en cuanto al fondo.


De manera que un lector poco familiarizado con estos documentos elaborados por el juez internacional pueda acceder al texto oficial (únicamente existente en inglés y en francés),  nos permitimos indicar que ambas decisiones del 17 de marzo del 2016 se encuentran desde ya disponibles:


– en este  enlace  para la versión en  francés (y en este  otro  en inglés), en lo que atañe a la primera demanda presentada por Nicaragua el 16 de setiembre del 2013. Este fallo de la CIJ sobre la plataforma continental extendida que pretenden Nicaragua parece haber sido objeto de un intenso debate colegial en el seno de la CIJ: la sentencia viene acompañada de una opinión disidente común suscrita por seis jueces titulares y el juez ad hoc designado por Colombia, de dos opiniones individuales, de una opinión disidente y de cuatro declaraciones, una de ellas suscrita por el juez ad hoc de Colombia (ver  listado oficial  con acceso a cada uno de estos ocho documentos elaborados por los jueces de la CIJ, sea en forma individual o colectiva). Notemos que la tercera excepción preliminar presentada por Colombia dio lugar en este caso a un inusitado voto de ocho contra ocho en el seno de la CIJ, inclinando la balanza el voto preponderante de su Presidente;


– en francés  aquí  y en inglés  aquí , la decisión concerniente a la segunda demanda de Nicaragua presentada formalmente el 26 de noviembre del 2013. Este fallo sobre incumplimiento no genero mayores disensos internos, y, a diferencia del primero, viene acompañado únicamente de una opinión individual, de una declaración y de una opinión disidente del juez ad hoc designado por Colombia (ver  listado  con acceso a cada una de ellos). En el texto de este fallo de la CIJ, leemos, entre otros aspectos procesales, que Chile y Panamá solicitaron acceder a la totalidad de los documentos escritos presentados por ambas partes, con una suerte diversa, debido a la actitud de Colombia (Nota 2).


La lectura hecha por la CIJ a través del voto de sus jueces
Ambos fallos leídos en La Haya el pasado 17 de marzo son muy similares en cuanto a su redacción, en la medida en que Colombia utilizó y repitió varios de los argumentos en ambos intentos para esquivar la competencia de la CIJ. En la parte final de ambas decisiones, se encuentra el resultado de la votación en el que aparece y reaparece con cierta regularidad un voto de quince contra uno, el único voto que se desmarcó siendo el de los jueces ad hoc designados por Colombia para cada demanda. Ello evidencia el poco eco a las posiciones de Colombia en el seno mismo de los integrantes de la CIJ, con unas muy pocas excepciones. Si analizamos uno a uno el rechazo a estas diversas excepciones, se notará que fueron descartadas en su mayoría de forma casi unánime por parte de los integrantes titulares de la CIJ. Ello podría augurarle tiempos difíciles a Colombia de cara al procedimiento ulterior sobre el fondo. Nuevamente, insistimos en el hecho que el recurso a la figura procesal de las excepciones preliminares debiera ser siempre cuidadosamente sopesado, al colocar en una situación delicada al Estado, si la CIJ se declara competente.


La reacción iracunda de Colombia

Ante la contundencia del rechazo a sus pretensiones, y a las pocas horas de leídas las dos sentencias, el Presidente Santos consideró útil y oportuno calificar de “injuriosa” la decisión de la CIJ (ver  nota  de prensa).  Adicionalmente, anunció que Colombia no comparecerá más ante la CIJ (ver  nota  de prensa).


Sobre el uso de semejante adjetivo por parte de un Jefe de Estado, no se tiene (salvo error de nuestra parte) precedente alguno registrado en los archivos de la justicia internacional.  Podemos adelantarnos simplemente a pensar que los servicios de la CIJ (que monitorean constantemente las manifestaciones de los Estados con relación a sus decisiones) habrán tomado nota de ello.


Con relación a la no comparecencia, Colombia se convierte en el primer Estado en América Latina en optar por esta desafiante actitud. En el hemisferio americano, fue precedida por Estados Unidos en 1984, después de que la CIJ se declarara competente para examinar una demanda interpuesta contra Estados Unidos por parte de Nicaragua.



La no comparecencia ante la CIJ


La no comparecencia constituye una figura expresamente prevista en el texto del  Estatuto  de la CIJ (ver artículo 53). La práctica de la no comparecencia cuenta con algunos precedentes que (estamos seguros de ello)  los asesores legales de Colombia conocen muy bien en cuanto a sus efectos (y que sería recomendable que comunicaran discretamente a la Presidencia de Colombia).


En líneas generales, la no comparecencia no produce mayor efecto, ni afecta el procedimiento contencioso ante la CIJ sobre el fondo: bien lo saben, por ejemplo, los asesores legales de Estados Unidos, quiénes optaron por esta misma actitud en 1984 cuando la CIJ se declaró competente. Es de precisar que el fallo de la CIJ sobre el fondo del 26 de junio de 1986 entre Estados Unidos y Nicaragua es considerado en la literatura jurídica especializada como uno de los mejores fallos jamás redactados por parte de los integrantes de la CIJ. Parte de esta característica se puede deber a un Presidente extremadamente exigente y a un Comité a cargo de la redacción de un fallo igualmente preocupado por aspectos de forma y aspectos de fondo. Pero también se puede deber al hecho que los argumentos del demandante (Nicaragua) no encontraron objeción alguna durante el procedimiento sobre el fondo: los jueces de la CIJ optaron, dos años después de declararse competente, por darle a cada uno el alcance requerido desde el punto de vista jurídico. En aquella oportunidad, los jueces no desaprovecharon la ocasión (histórica) para externar a Estados Unidos su desaprobación, incluyendo una pequeña lección sobre principios muy básicos. Lo hicieron en el fallo de 1986  (ver texto) de la siguiente forma, que nos permitimos reproducir a continuación en ambos idiomas (dado que es probable que la CIJ incluya un párrafo muy similar en su futuro fallo entre Nicaragua y Colombia):


In the present case, the Court regrets even more deeply the decision of the respondent State not to participate in the present phase of the proceedings, because this decision was made after the United States had participated fully in the proceedings on the request for provisional measures, and the proceedings on jurisdiction and admissibility. Having taken part in the proceedings to argue that the Court lacked jurisdiction, the United States thereby acknowledged that the Court had the power to make a finding on its own jurisdiction to rule upon the merits. It is not possible to argue that the Court had jurisdiction only to declare that it lacked jurisdiction. In the normal course of events, for a party to appear before a court entails acceptance of the possibility of the court’s finding against that party ». / « En l’espèce la Cour regrette d’autant plus profondément la décision de l’Etat défendeur de ne pas participer à la présente phase de la procédure qu’une telle décision est intervenue après que les Etats-Unis eurent pleinement participé aux procédures sur les mesures conservatoires et sur la compétence et la recevabilité En effet, en ayant pris part à l’instance pour plaider l’incompétence de la Cour, les Etats-Unis reconnaissaient par là à celle-ci le pouvoir de se prononcer sur sa propre compétence pour statuer au fond. Il n’est pas possible de prétendre que la Cour n’était compétente que pour se déclarer incompétente. La comparution devant une juridiction implique normalement l’acceptation de la possibilité d’être débouté » (párrafo 27 del fallo de 1986).


La situación en la que se ha colocado Colombia vis-à-vis de la CIJ  difiere ligeramente de la situación de Estados Unidos en los años ochenta, ya que su lenguaje corporal ha dado lugar a actitudes y declaraciones oficiales mucho más duras contra la CIJ, que Nicaragua posiblemente sepa explotar aún más. Es por ello que advertimos desde ya que, en el futuro fallo, este párrafo 27 de la sentencia de 1986 posiblemente sea ligeramente ampliado a aspectos adicionales ofrecidos por las autoridades de Colombia desde noviembre del 2012.


La CIJ, en su fallo de 1986  (ver texto), también consideró oportuno precisar, con relación a las pruebas y a los hechos a examinar, que la no comparecencia del Estado demandado le significa una labor adicional. El juez internacional intenta paliar, en la medida de sus posibilidades, el faltante de información que conlleva la no comparecencia. Aquí también nos permitimos reproducir en ambos idiomas oficiales de la CIJ lo dictaminado por la CIJ en 1986:


Nevertheless, the Court cannot by its own enquiries entirely make up for the absence of one of the Parties; that absence, in a case of this kind involving extensive questions of fact, must necessarily limit the extent to which the Court is informed of the facts. It would furthermore be an over-simplification to conclude that the only detrimental consequence of the absence of a party is the lack of opportunity to submit argument and evidence in support of its own case. Proceedings before the Court call for vigilance by all. The absent party also forfeits the opportunity to counter the factual allegations of its opponent » / « Néanmoins la Cour ne saurait totalement pallier, par ses propres recherches, les conséquences de I’absence de I’une des parties qui limite nécessairement l’information de la Cour dans une affaire soulevant comme celle-ci de multiples questions de fait. De plus on simplifierait à l’excès en concluant que le seul inconvénient de l’absence d’une partie est que cette partie se prive ainsi de l’occasion d’apporter des preuves et des arguments à l’appui de sa propre cause. La procédure devant la Cour exige la vigilance de tous. L’absent perd aussi la possibilité de combattre les allégations de fait de son adversaire » (párrafo 30).



Adicionalmente, al no comparecer ante la CIJ, el Estado que opta por esta estrategia pierde, entre estos y algunos otros aspectos antes mencionados, la posibilidad de nombrar a un juez ad hoc (Nota 3).



A modo de conclusión


No queda claro si Colombia tiene claridad sobre la estrategia que ha mantenido desde el 2012 ante las pretensiones de Nicaragua. Su aparato estatal está exhibiendo ante la CIJ y ante los ojos del mundo un espectáculo raramente visto, con un lenguaje corporal inédito en los anales de la justicia internacional (que posiblemente sea explotada por los hábiles asesores de Nicaragua). A ese respecto, merecen ser comparados el listado de asesores internacionales de Nicaragua y de Colombia que tomaron la palabra en las audiencias orales meses antes de leerse los fallos sobre excepciones preliminares en el 2007 y  en el 2016 respectivamente:



  • en el caso del fallo del 2007 (ver listado indicado en el párrafo 10 de su texto ), Colombia y Nicaragua se presentaron a la barra con tres asesores cada uno;

  • en el caso del fallo del 2016, Nicaragua mantuvo a tres asesores, mientras que Colombia optó por cinco para presentar sus alegatos orales (ver párrafo 9 del  fallo del  2016).


Por un lado, se desprende constancia y permanencia de un sólido equipo, por el otro, algo distinto que hemos optado por no calificar (de manera a no herir susceptibilidades).


Finalmente, hay que saber que la no comparecencia puede también tener efectos muy provechosos. Para las finanzas públicas del Estado demandado, supone un respiro en cuanto al gasto millonario por concepto de honorarios de asesores legales, viajes, estipendios, estudios técnicos, y demás gastos asociados a una demanda en La Haya para cualquier Estado cuyo monto total exacto se desconoce usualmente (Nota 4); mientras que para el Estado demandante, permite acortar significativamente los plazos (que son de cuatro años mínimo entre el depósito de una demanda y la lectura de un fallo por parte de la CIJ). En el caso de la demanda interpuesta por Estados Unidos contra Irán debido a los atropellos sufridos por su personal diplomático y consular en Teherán, Irán optó por no comparecer ante la CIJ desde un inicio: la demanda fue interpuesta por Estados Unidos el 29 de noviembre de 1979, la sentencia que condena el actuar de las autoridades de Irán fue leída menos de seis meses después, el 23 de mayo de 1980.



Nota 1: Sobre la curiosa estrategia de Colombia adoptada después del fallo de la CIJ del 2012 sobre la demanda presentada por Nicaragua en el año 2001, y algunos otros detalles, remitimos al lector a la siguiente  nota  previamente publicada el 9/03/2016, cuya versión más extensa fue editada bajo el siguiente título en diversos sitios: “Próxima decisión de la CIJ sobre las excepciones preliminares presentadas por Colombia ante demandas de Nicaragua“, publicada en el sitio jurídico en Costa Rica  Derechoaldia  , en el sitio jurídico especializado en derecho internacional en Argentina de  DIPublico   así como en el sitio jurídico de la Asociación Colombiana de Derecho Internacional   Debate Global  , entre otros sitios. Agradecemos a los editores de Elpais.cr por hacer aceptado publicar esta misma nota en un formato académico en su  edición del 13/03/2016.




Nota 2: En el párrafo 7 de esta decisión relacionada con la segunda demanda de Nicaragua, se lee textualmente que: “7. Referring to Article 53, paragraph 1, of the Rules of Court, the Government of the Republic of Chile asked to be furnished with copies of the pleadings and documents annexed in the case. Having ascertained the views of the Parties in accordance with that same provision, the President of the Court decided to grant that request. The Registrar duly communicated that decision to the Government of Chile and to the Parties. Pursuant to the same provision of the Rules, the Government of the Republic of Panama also asked to be furnished with copies of the pleadings and documents annexed in the case. This request was communicated to the Parties in order to ascertain their views. By letter dated 22 July 2015, the Agent of Nicaragua stated that his Government had no objection to Panama being furnished with copies of the pleadings and documents annexed in the case. For its part, by letter dated 27 July 2015, the Agent of Colombia indicated that although his Government had no objection to Panama being furnished with copies of the preliminary objections filed by Colombia and Nicaragua’s written statement of its observations and submissions, it did object to the Memorial of Nicaragua being made available to Panama. Taking into account the views of the Parties, the Court decided that copies of the preliminary objections filed by Colombia and Nicaragua’s written statement of its observations and submissions on those objections would be made available to the Government of Panama. The Court, however, decided that it would not be appropriate to furnish Panama with copies of the Memorial of Nicaragua. The Registrar duly communicated that decision to the Government of Panama and to the Parties“.




Nota 3: En el caso Nicaragua vs. Estados Unidos de 1986, el juez norteamericano Schwebel (juez titular de la CIJ) se sintió obligado a elaborar y a adjuntar una larga opinión disidente, que incluye muchos de los argumentos que Estados Unidos hubiera podido desarrollar, de haber participado en el procedimiento sobre el fondo (ver  texto ).  Sobre este caso particular, véase también GILL T.D., Litigation Strategy at the International Court. A Case study of the Nicaragua v. United States dispute, Dordrecht, Martinus Nijhoff Pub., 1989, en particular pp. 76-81.  Desde una perspectiva más general, en 1985 se editó en Cambridge una obra sobre la no comparecencia ante la CIJ: véase THIRLWAY H.W.A., Non-appearance before the International Court of Justice, Cambridge, 1985. En el año 1991, el Institut de Droit International, una entidad privada que reúne a los más connotados especialistas del derecho internacional, aprobó una breve resolución sobre el tema de la no comparecencia ante al CIJ (véase  texto  en francés).  Más antiguo, pero no por ello de menor actualidad, en particular la conclusión a la que llega el autor sobre el carácter “vano” de la no comparecencia (p. 375), véase el detallado artículo de  EISEMANN P.M., “Les effets de la non-comparution devant la Cour internationale de Justice”, Vol. 19 AFDI (Annuaire Français de Droit International), 1973,  pp. 351-375. Artículo cuyo texto integral está disponible  aquí .




Nota 4: Al iniciar el año 2013, la prensa colombiana tuvo acceso a un informe de sus autoridades sobre los montos devengados en honorarios de asesores internacionales contratados, sumando 4,7 millones de US$ en 11 años de procedimientos en La Haya que concluyeron en el 2012 (ver  nota  de prensa). Este monto únicamente refiere a honorarios. Para el 2014, se estimaba que Colombia había gastado más de un millón de US$ para enfrentar las dos nuevas demandas de Nicaragua en honorarios (ver  nota  de Semana). Con relación al costo asumido por otros Estados de América Latina que han litigado en La Haya, leemos en un  artículo  reciente sobre gastos en La Haya que: “Tras el fallo el gobierno uruguayo transparentó las cifras manifestando que en tres años Uruguay gastó US$ 5.449.224 millones en honorarios de abogados y U$S 1.968.662 en viáticos, lo que daba un total de US$ 7.417.886. En tanto, la cancillería argentina precisó que en el mismo proceso los recursos totales afectados completaron los US$ 2.549.137“. Ex cancilleres de Nicaragua estimaron el costo para su país de la demanda de Costa Rica por la ocupación ilegal de Isla Portillos planteada en noviembre del 2010 a un monto situado entre 5 a 7 millones de US$ (ver  nota ). Extremadamente discretos y aproximativos sobre el monto exacto de una demanda en La Haya, pese a los modernos principios de transparencia que imperan en materia de hacienda pública, los Estados no siempre convencen a sus administrados: un ejercicio legal ante los tribunales en Chile (que no prosperó del todo) permitió no obstante saber que Chile gastó más de 20 millones de US$ en la demanda planteada por Perú resuelta por la CIJ el 27 de enero del 2014  (ver  nota  de prensa): este monto, al parecer, sí recoge los distintos rubros de honorarios, viajes, expertos, cartógrafos, viáticos y estipendios de diversa índole, y permite, en nuestra modesta opinión, dar una idea mucho más precisa del costo de ir a La Haya para un Estado (y que no se limita únicamente a honorarios de abogados). En el caso de Costa Rica, recientemente, se hizo saber que: “A lo largo del primer juicio, estos especialistas en materia limítrofe cobraron al país $1 por sus servicios profesionales” (ver  nota de CRHoy), un dato verdaderamente curioso que nos ha parecido oportuno mencionar, y que habría que dar a conocer urgentemente a los que velan por la buena salud de la hacienda pública chilena.



(*) Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR).



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domingo, 20 de marzo de 2016

Nueva etapa: a 25 años, el Mercosur rinde examen

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Nueva etapa: a 25 años, el Mercosur rinde examen


Algunos dirán que se trata de una sutileza lingüística, pero en seis días, cuando se cumplan 25 años de la fundación del Mercosur, habrá quienes festejen y quienes se limiten a conmemorar la fecha.


A pesar de su juventud, el bloque al que dieron vida la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay el 26 de marzo de 1991 sufre de fatiga crónica, según el diagnóstico de los más críticos. ¿Las causas? Un larguísimo y variado historial de incumplimientos de normas y plazos; una agenda en la que lo urgente prevalece sobre lo importante; un flojo desempeño comercial; un bajo grado de institucionalidad y un aún más bajo grado de integración con el mundo, entre otras cuestiones.


¿Y los defensores del festejo? Ese grupo se focaliza en aspectos cualitativos: tener una región que logró establecer y sostener en el tiempo un clima de relacionamiento razonable, en un ambiente de paz y armonía, además de una serie de derechos que facilitan la vida de los ciudadanos.


El primero que habla sobre la “fatiga intrínseca” del grupo es Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, al repasar los números de 2015: “Los resultados comerciales fueron malos. Las exportaciones del bloque tradicional (los cuatro fundadores) cayeron 16% en promedio”.


Elizondo aclara que si se agregara a Venezuela (sus exportaciones se derrumbaron 49%), el promedio de descenso de las ventas del bloque sería mayor, pero su particular situación -sin ingreso total en la implementación de normas del Mercosur- obliga a un doble cómputo.


Números en caída


El especialista señala que, lejos de ser un hecho aislado, el descenso de 2015 fue la continuidad de lo que ocurrió en 2014 (cuando las exportaciones del bloque cayeron 9,6%), 2013 (-1%) y 2012 (-2,2%). “Estamos frente a una performance comercial pobre en los últimos años”, agrega.


Dante Sica asegura: “Es una fecha para festejar porque, a pesar de los vaivenes comerciales que tuvo, es un proyecto muy importante que sirvió para intensificar la integración regional cultural, social y política”.


El director de Abeceb admite que el comercio y la economía son temas muy importantes, y que a veces eso empaña toda la agenda, pero sostiene que si bien es cierto que quedan materias pendientes -“hay mucho para hacer en integración territorial, energética y conectividad”-, se dieron pasos importantes.


Ganadores y perdedores


A un cuarto de siglo de su fundación, ¿hay ganadores y perdedores en el Mercosur? “Los dos socios mayores (por Brasil y la Argentina) salieron relativamente mejor parados. La falta de garantía de acceso al mercado ampliado operó como un disuasorio para que las inversiones se radicaran en Uruguay o Paraguay. En los hechos se convirtió en un acuerdo de integración con tratamiento especial y diferencial en favor de los socios mayores. Es una de las inequidades más profundas que aquejan al Mercosur”, responde desde Montevideo Isidoro Hodara.


Según el economista, ex secretario de Comercio Exterior y docente de la Universidad ORT de Uruguay, “la disparidad en la distribución de costos y beneficios del Mercosur es la que hiere profundamente al emprendimiento al debilitar la cohesión entre los socios, base esencial para su éxito y desarrollo equilibrado”.


Hodara traza un panorama descarnado sobre el bloque: “Hay que conmemorar el comienzo de un largo y frecuentemente frustrante período de aprendizaje. No llegamos a trabajar plenamente juntos en la construcción del objetivo integrador y nos ganó la impaciencia, el facilismo y la evasión de la realidad dando saltos peligrosos hacia adelante. Lo festejable es que la eclosión del Mercosur permitió enterrar las dudas y sospechas mutuas que hasta ese entonces albergaban sus dos socios mayores. El logro principal fue eliminar, con excepciones significativas, buena parte de los aranceles en el comercio recíproco. No vislumbro otros logros de la misma significación”.


Debe y haber


Welber Barral, ex secretario de Comercio Exterior de Brasil y director de la consultora Barral M Jorge, reconoce que el Mercosur fue responsable del cambio del curso político en América del Sur al reducir las tensiones regionales y contribuir a la consolidación de la democracia. En la lista del haber anota: normas regionales, coordinación de negociaciones internacionales y una estructura institucional incipiente. En la del debe, consolidar la institucionalidad, concretar la promocionada integración de cadenas productivas y coordinar las políticas comerciales.


¿Cómo imagina al Mercosur en 25 años? “La longevidad de los procesos de integración es poco predecible, pero si el bloque persistiera con el grado de artrosis con que hoy maneja su agenda comercial entre los socios y hacia afuera, es difícil augurarle un buen estado de salud cuando llegue ¡a los 50!”, dice sonriendo.


El ejercicio de proyección sobre el futuro del Mercosur plantea varias dudas: ¿en qué condiciones puede sobrevivir el bloque (si es que lo hace)? ¿Es necesario para eso una reformulación institucional?


Desde Asunción, Fernando Masi opina que en 25 años, el Mercosur “seguirá existiendo como lo conocemos”. El director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) arriesga: “Probablemente pueda avanzar en cierto tipo de políticas comunes, pero no creo que se llegue al mercado común. Tal vez se piense en cierto tipo de innovaciones que permitan que el bloque siga funcionando como tal, pero debe haber una mayor integración con el resto de América del Sur. No tengo muchas esperanzas de un Mercosur como mercado común, pero sí de un sistema de integración más profunda en el barrio”.


Para Masi, el mayor logro del bloque es haber incrementado “como nunca antes” el comercio entre los países de la región, especialmente entre la Argentina y Brasil, y junto con eso, las inversiones.


“En Paraguay la visión popular no es muy favorable al Mercosur, y eso se profundizó cuando se produjo la suspensión temporal del país, en 2012 (en coincidencia con el ingreso de Venezuela). Sin embargo, desde la academia hicimos una campaña muy fuerte para demostrar que la idea de retirarnos del bloque no tiene la más mínima cabida. Paraguay siempre estuvo en el Mercosur, aun antes de que se formara el bloque: geográfica e históricamente estamos acá”, relata Masi.


Luego apela a datos concretos para explicar la relevancia que la iniciativa tiene para su país. “La mayor parte de las importaciones de insumos y bienes de capital para la producción agrícola e industrial viene del Mercosur gracias al desarme arancelario y a que la calidad de esos productos es muy competitiva. Fue una gran ventaja que permitió que Paraguay tuviera desde 2000 en adelante un importante incremento productivo”, cuenta.


¿Promoción o aplazo?


Aunque las evaluaciones sobre el funcionamiento del bloque en su primer cuarto de siglo difieran respecto de si el Mercosur está más cerca de un aplazo que de una promoción, Alejandro Perotti, ex consultor jurídico de la Secretaría del Mercosur, no tiene dudas: “Más allá de todas las críticas estamos mejor con el Mercosur que sin él. Podríamos haber avanzado más, pero un proceso de integración es sumamente complejo”.


“El principal resultado por el que hay que festejar estos 25 años es que más allá de las diferencias que existen y existirán siempre entre países vecinos, establecimos un clima de relacionamiento razonable, un ambiente de paz y armonía”, dice Félix Peña, testigo privilegiado y protagonista directo de la gestación del bloque.


Cuando se le pregunta por el futuro, responde: “Ese debería seguir siendo el objetivo, sólo que extendido a toda América latina. El proceso de integración tiene que ser aggiornado y adaptado a las nuevas realidades. Todo indica que se trata de capitalizar la experiencia y eso significa que todos participen con ideas, diciendo cómo lo harían, generando un debate mucho más centrado en el cómo debería ser que en cuestiones dogmáticas o ideológicas. Y para eso la experiencia acumulada es muy útil”.


¿Qué falló en el bloque para que los países sigan percibiendo a sus vecinos como competidores más que como socios? Peña cree que eso se explica por la larga tradición de baja vinculación económica que tuvimos en el barrio hasta hace 25 años.


“Éramos países vecinos, pero relativamente marginables en términos económicos. Los empleos de Brasil y la Argentina no dependían necesariamente de la relación con el otro país. Eso cambió mucho y lo seguirá haciendo. Cambió mucho en Europa, y es uno de los factores que explica que a pesar de los fuertes problemas que tiene la Unión Europea (UE), y de los debates sobre la hipotética salida de Gran Bretaña, es difícil imaginar que la gente acepte pasivamente volver a separarse porque intuyen que eso implicaría volver a lo que vivieron durante casi 200 años (en referencia a la guerra)”, argumenta Peña.


Caminos que se bifurcan


Barral apela a una referencia borgeana para describir el presente y el futuro del bloque: “El Mercosur está hoy en el jardín de los senderos que se bifurcan. Hay dos caminos posibles: insistir en la integración regional, con escasos acuerdos extrarregionales, y la tarea de integrar a economías menores como Bolivia, o elaborar una estrategia de regionalismo abierto, que permita a los socios integrarse, aunque parcialmente, a acuerdos que ya existen. Las decisiones de los próximos tres años afectarán la configuración de los próximos 20”, explica el brasileño.


En la misma línea, Elizondo destaca que después de años sin acuerdos relevantes con terceros mercados, la revitalización de las negociaciones entre el Mercosur y la UE plantea, más allá de la importancia del acuerdo en sí mismo, una nueva agenda que puede redefinir el perfil del bloque.


Masi advierte, sin embargo, que “por más que el Mercosur firme acuerdos de libre de comercio con la UE o con países asiáticos, si no logra mayor integración física, comercial y energética con el resto de América del Sur, no habrá cumplido su misión”.


Como siempre, y para casi todo en la vida, las cosas dependen del cristal con el que se miren. ¿Valen más los 25 años de intentos -aunque sean fallidos en muchos casos- o es esa una clara señal de que para fortalecerse y crecer, el bloque necesita un replanteo funcional? ¿Alcanza con subsistir o se impone una inyección de vitalidad que dé confianza y chances de proyección al acuerdo? Una vez más, el tiempo dará la respuesta.


Una historia con varios capítulos


La declaración de Foz de Iguazú, en 1985, fue el antecedente directo del Tratado de Asunción (foto)




Félix Peña


“Hablar sólo de los problemas puede llevar a la estrategia de: ¡Paren el mundo, me quiero bajar! Aislarse también tiene costos. Es preferible correr riesgos y, sobre todo, saber negociar”


Marcelo Elizondo


“Para la Argentina el Mercosur es un instrumento de relevancia especial: el bloque es el principal destino de las exportaciones y ha sido la mayor experiencia de relacionamiento internacional”


Dante Sica


“En los 80, pensar en traer un producto de Brasil era casi una fantasía. Hoy, la Argentina y Brasil están integrados, hay más conocimiento cultural y social mutuo, mayores lazos institucionales”


El intercambio entre socios


Desde el Protocolo de Ouro Preto hasta hoy, cuánto del comercio total de cada país fue al bloque



[via Economía – lanacion.com]


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